Cuando apareció en escena, hace poco más de un mes, la docuserie Una nueva era en las plataformas de pago, más de uno se sulfuró, considerando una osadía titular A new era -el original de la serie era en inglés-, cuando el FC Barcelona de Xavi no había conseguido aún ningún título y en su haber sólo estaba una goleada en el Bernabéu al Real Madrid (0-4). Muchos se mofaban, señalando a Xavi como un pseudotalibán del modelo, incapaz de trasladar su pizarra al campo ni convencer a sus jugadores de las virtudes del ADN blaugrana. Eran tiempos complicados para el Barça, con la eliminación de la Champions aún reciente y la derrota inapelable ante el Real Madrid en el Bernabéu (3-1) en la Liga.

Pero aquellos que se reían e ironizaban con el título cuando se estrenó la serie, llevan tiempo escondidos en la cueva. Ya empezaron a mosquearse en el momento que el Barcelona de Xavi arrebató el liderato el Real Madrid, aún más molestos acabaron con la derrota en la final de la Supercopa de España ante un Barcelona dominante y superior, pero ya han acabado de encenderse todas las alarmas al final de esta misma jornada, con el Barcelona aventajando en ocho puntos al club blanco.

La tormenta de verano, que presumían algunos, se ha convertido directamente en una borrasca de invierno. El Real Madrid lleva ya más de tres meses oliendo el liderato cada día más lejos, sin visos a recuperarse a corto plazo, con las ideas y las fuerzas muy justas, y con más sombras que luces en el horizonte.

El Barcelona se ha asomado con fuerza para recuperar el trono en la Liga. Desde la llegada de Xavi al banquillo, ningún equipo ha sumado más puntos en la competición. Ni Carlo Ancelotti ha sido capaz de aguantarle el tirón, quedándose desposeído de su asiento. Los números no engañan: mientras que el Barcelona suma 109 puntos, el Real Madrid se ha quedado en 104. Pero las diferencias son ya, casi insultantes, cuando se compara con el resto de equipos punteros de la Liga: el Barça de Xavi ha sumado 26 puntos más que el Atlético de Madrid de Simeone,  34 más que el Betis de Pellegrini, 36 más que la Real Sociedad de Imanol, 45 más que el  Sevilla y 58 más que el Valencia.

Si esto no es un cambio de ciclo o ya directamente una nueva era, ya me dirán qué es…