Messi ya tiene la joya que le faltaba a su corona, el ansiado Mundial, lo que le convierte, al fin, en un jugador incomparable si no lo era ya. La sombra de Maradona era muy larga, pero a estas alturas y tras conquistar el troncho (como llama Luis Enrique al trofeo de la Copa del Mundo) parece que, ahora sí, todos coinciden en que Leo es el mejor futbolista de la historia. No solo por la magia de sus pies, ni porque lo haya ganado todo y batido casi todos los récords posibles, que también, sino porque ha mantenido su excelso rendimiento durante dos décadas, algo que está al alcance solo de los elegidos.

Su buen hacer en el campo tiene repercusiones fuera de él, como bien saben en la empresa catalana Caganer.com, que convierte a todo tipo de personajes en figuritas de pesebre en posición de defecar. La de Messi es la más vendida incluso después de salir del Barça por la puerta de atrás. La compañía lo ha reproducido en distintas etapas de su carrera y, al menos, le ha dedicado cinco caganers. No es casual. Sigue siendo el rey “sea con la camiseta que sea”, como me reconocieron los responsables de la firma hace unos días.

Se refieren a que su caganer con la camiseta del Barça era el más vendido, pero también lo es el Messi del PSG. Por su fuera poco, la compañía ha hecho una versión especial del caganer de Leo con la camiseta de Argentina con motivo del Mundial… ¡y se ha agotado! No ha corrido la misma suerte la figurita de Gerard Piqué tras su abrupta retirada; también tiene su público, pero se vende al ritmo habitual.

Sea como fuere, circulaba estos días una imagen muy significativa en la que se recogían distintos logros del mundo del fútbol, ya sea máximo goleador, más partidos en el mismo club, títulos… Cuando nació Messi, esos reconocimientos estaban repartidos entre distintos cracks, pero Leo los ha desbancado a todos y su nombre es el único que aparece al frente de todas y cada una de las estadísticas. Qué suerte haberlo disfrutado en el Camp Nou.