Del “es lo que hay” en los últimos tiempos de Ronald Koeman de entrenador, el Barça pasó al efímero “hemos vuelto” con Xavi Hernández de técnico después del triunfo en el Bernabéu por 0-4. Y ahora, tras la casi segura eliminación de la Champions en la fase de grupos y recibir un 3-1 en el Bernabéu, las dos frases que sirven de excusa y, al mismo tiempo, que definen la situación del equipo en este momento son “no nos sale nada” y “tenemos que madurar a base de castañazos”. Mala noticia para los culés, que lo que esperan es la reacción inmediata de su equipo y que no se produzcan más tortazos como los sufridos ante el Inter y el Real Madrid

Xavi sabía donde se metía desde que le ofrecieron el cargo. Y como futbolista que cumplió toda su carrera en este club vivió experiencias similares con otros entrenadores. Dirigir al Barça siempre ha sido un compromiso harto difícil, y más si el equipo lleva años sin colocar trofeos en su Museu, y se encuentra sumido en una crisis económica y social. Entonces todo lleva el sonido de una ambulancia. Urgen los buenos resultados. Y es imperioso que las palabras estén acompañadas de goles y no de castañazos. Es obligatorio convencer en el campo. Y es preciso que el entrenador siga teniendo el crédito de la directiva, necesita su apoyo más que nunca, pero no el de los abrazos y los discursos de cara al público. Apoyo de verdad.

En su primera época de presidente, Laporta nunca despidió un entrenador. Respetó a Rijkaard y mantuvo a Guardiola todo el tiempo que pudo. Entonces tenía otro tipo de directivos y asesores, más cualificados que los “amigos” que tiene ahora. Ya hay medios que aseguran que el presidente ha preparado un plan B por si las cosas no mejoran, y parte de la afición ya ha perdido la credibilidad en el técnico. Todo eso beneficia poco al club. No ayuda a mejorar la situación. Sería malo echar al entrenador en este momento. Y es malo filtrar que ya tienen un plan B. En consecuencia, Xavi tiene que ser consciente de que solo él y sus jugadores, por muy inmaduros que parezcan a su juicio, son los únicos que pueden enderezar el rumbo de este Barça.