Recuerdo que Joaquim Hernández, el padre de Xavi, me contó un día que cuando su hijo era joven, él se desmarcó de las salidas nocturnas y de incumplir con los estudios básicos. No era solo por la actitud del mismo Xavi, sino del entorno familiar, que le impuso orden y disciplina desde el minuto cero. Los valores y el objetivo de sus padres eran acertados: no queremos tener a una gran estrella sino a un gran profesional. Y en este último concepto, se engloban muchos valores que convierten un jugador completo, preparado también en el ámbito personal: tenía la cabeza amueblada.

La huella de esta manera de hacer convirtió a Xavi en el mejor mediocentro del mundo y fue la pieza clave para enlazar un equipo de lado a lado en la época dorada azulgrana. Ahora, con la perseverancia del trabajador que día a día le dedica horas y talento, está transformando un equipo lleno de mentes que, precisamente, no están tan ordenadas como la suya. Y lo ha hecho incluso con aquellos con los que compartió vestuario. E incluso exigiendo talento fuera de la Masia porque los jóvenes de los últimos tiempos, pese a quién le pese, no son suficientes para ganar títulos.

Creo, muy sinceramente, que se debe aplaudir su perseverancia y la paciencia que tiene y cómo se reprime la lengua públicamente, pero también cómo no tiene problemas en decir las cosas por su nombre de forma privada cuando conviene. Me da igual que el partidazo contra el Sevilla pueda ser la previa a una derrota contra un equipo menor. Las sensaciones seguirán siendo buenas porque su trabajo constante no baja nunca ni un centímetro. Y no podemos olvidar que todos los grandes fichajes que ha hecho el Barcelona se deben a Xavi. Él ha sido quien lo ha conseguido.

Para cerrar el círculo, y también el artículo, termino por donde he empezado: la familia. El pilar básico de Xavi es ella. Empezó con su padre Joaquim, que lo orientó como futbolista, y sigue ahora con su hermano Òscar, como segundo entrenador para el banquillo. Realmente, en esta casa, siempre se ha respirado fútbol... Y esfuerzo.