El Barça bajó de la nube contra el Rayo. Contra un equipo que se le atraganta. Las buenas sensaciones de la pretemporada se diluyeron muy pronto nada más empezar la Liga y el equipo azulgrana se reencontró con algunas pesadillas del pasado curso. Con muchos tics del pasado y demasiada ansiedad. Le faltó precisión, profundidad y gol a un Barça en construcción y con algunos desajustes evidentes.

Xavi asumió que estaba decepcionado al acabar el partido. El Barça suspendió en su primera actuación. Fallaron muchas cosas y algunas las señaló el técnico de Terrassa. Laporta y la dirección deportiva deben tomar nota. El equipo necesita dos laterales. Uno por banda. Araujo solo puede ser un recurso por la derecha y Alba estuvo muy apagado por la izquierda. La llegada de Marcos Alonso parece inminente. El acuerdo con el futbolista y el Chelsea es total. Solo faltan cuadrar los malditos números para poder inscribirlo.

El Barça de Xavi quiere ser fuertes en las dos áreas. La buena noticia es que Ter Stegen ha recuperado su mejor nivel. El portero alemán evitó la derrota con dos paradas de mérito. En ataque, Lewandowski dará mucho juego. Es una garantía. Sin embargo, al equipo le faltó fútbol y no supo crear superioridades en el centro del campo.

Xavi quiere que el Barça juegue con dos extremos. Uno, como mínimo, tiene que estar pegada a la cal. El suyo es un equipo más directo. Se parece más al de Luis Enrique que al de Guardiola en algunos aspectos. Y todavía la faltan algunos aspectos por pulir como atacar más juntos y la presión tras pérdidas.

La afición del Barça llegó al Camp Nou con ganas de comerse el mundo y se fue cabizbaja. El empate es un mal resultado, pero más preocupante fueron las sensaciones. El equipo, no obstante, apunta buenas maneras y, curiosamente, Frenkie de Jong parece haberse liberado. Cuando más incierto es su futuro, mejor juega el centrocampista neerlandés.

El problema es que Xavi prefiere a Bernardo Silva. Y problema también es que el mercado de verano no se cierre cuando empieza la Liga. Todo, casi todo, es provisional en estas jornadas iniciales. Hasta el 31 de agosto habrá muchos movimientos y el Barça necesita estabilidad y continuidad. La reacción debe ser inmediata. Los errores están detectados y Xavi debe ser valiente en la elección de sus futbolistas.