Por fin acabó una de las temporadas en la que los culés solo pueden hacer una cosa: olvidarla. Bueno, algunas secciones, como la del fútbol femenino, tienen éxitos para recordar con orgullo, pero el primer equipo, la marca que prestigia al barcelonismo, la que se intenta vender estos días en Australia, no tiene nada de qué presumir. Ni Supercopa, tampoco la Copa del Rey, fuera de la Champions en la fase de grupos, más que decepción en la Europa League y a 13 del campeón de la Liga. Y para redondear el círculo del fracaso, la asistencia de aficionados al Camp Nou bajó sustancialmente después de las ganas que había de volver al Estadi tras la pandemia. Incluso en el cierre del campeonato liguero nos ganó por primera vez en el Camp Nou un equipo dirigido por Unai Emery, que acumulaba once derrotas en sus visitas al campo.

Nada de qué vanagloriarse. Ya sabemos que esto pasa hasta en las mejores familias futbolísticas y que equipos que ganen siempre no existen, y menos aquellos que coronen todas las competiciones. Este Barça de Joan Laporta despidió a Ronald Koeman y contrató a una de las joyas del equipo virtuoso que tantas alegrías nos dio. Xavi Hernández llegó con un baúl lleno de ilusiones, como diría César Luis Menotti.

El equipo alcanzó su cenit en el Bernabéu, donde doblegó al Madrid en una noche de inspiración en la que realizó un fútbol excelso que hizo soñar con una remontada histórica en la Liga. Pero soñar resultó una osadía. De aquella extraordinaria exposición no quedó nada, el equipo entró en un túnel en el que lo mejor fue alcanzar el segundo puesto en la Liga que lo clasifica para disputar la Supercopa y también para la Champions.

La temporada también dejó una cantidad de portadas deportivas con una variedad de fichajes que todavía no se han producido y que serán difíciles de ejecutar. El presidente habla de una prioridad por encima de cualquier otra. Encontrar dinero. Ojalá el proyecto económico de Joan Laporta aparezca lo antes posible y Xavi pueda tener un equipo en condiciones para que el barcelonismo vuelva a sentirse feliz y orgulloso con su Barça.