De todos los jugadores que hay en la plantilla blaugrana, aparte de Pedri y Ansu Fati, que son dos casos totalmente excepcionales, hay sólo dos que cuentan con cartel suficiente para ser piezas codiciadas en el mercado este verano. Uno es holandés y otro alemán. Uno llegó a Barcelona para ser el líder de la próxima década y el otro aterrizó para poner el cerrojo a una de las posiciones más discutidas en los últimos tiempos. Sus nombres seguramente ya los tendrá el lector en mente porque son fácilmente reconocibles con estas pequeñas pistas: Frenkie de Jong y Marc André Ter Stegen.
La crítica situación financiera del club, que ni tan siquiera podría a día de hoy inscribir a Christensen y Kessié, los dos primeros fichajes del próximo curso, ha obligado a hacer un replanteamiento en el área deportiva, abriendo las puertas a un traspaso de calado para ingresar cash urgente en la tesorería del club.
Evidentemente ningún capitán está en la lista: primero, porque se tratan de jugadores que entienden el proyecto de Xavi y lo asumen como propio, y segundo, y más importante, porque son jugadores sin mercado y en declive, tanto por la edad como por recorrido futuro.
La lista de salidas para salvaguardar el futuro del club tiene sólo dos nombres: Frenkie y Marc André. El club quiere cerrar la operación antes de finalizar el 30 de junio para incluirlo en el balance de esta misma temporada y mitigar en cierta forma las enormes pérdidas que se anuncian. Tanto es así que ya han empezado a sondear el mercado en busca del mejor postor.
Pero los ejecutivos del club se han encontrado con el rechazo absoluto de Xavi, al menos en uno de los casos. Para el técnico egarense, Ter Stegen es intransferible. Tanto por su calidad bajo los palos, como por su talento con los pies y ascendencia dentro del vestuario. Para convencer a la planta noble, el entrenador pidió que le buscaran un portero de su edad y condiciones en el mercado actual. Los ejecutivos se vieron incapacitados para dar algún nombre de plena garantías, asumiendo que el portero alemán es a día de hoy el mejor meta del mundo para el FC Barcelona.
Más abierto se mostró con una posible salida del centrocampista holandés. Eso no quiere decir que Xavi diera luz verde ni mucho menos, pero sí se mostró más resignado a aceptar una posible salida. Aún así, el técnico considera que Frenkie tiene un enorme margen de mejora, pero sí que asume que no ha dado el paso delante de liderazgo que se le exigía, como uno de los jugadores franquicia de la plantilla. Esta falta de carácter le ha perjudicado notablemente al jugador, que no ha sabido encontrar un encaje claro en el proyecto del nuevo entrenador.
Xavi quería que Frenkie se convirtiera en el nuevo Sergio Busquets. Para el técnico, el internacional holandés tenía condiciones suficientes para liderar su proyecto y ser el metrónomo del equipo, pero De Jong no ha acabado de dar el salto adelante. Un estancamiento que preocupa y ocupa dentro del área deportiva.
En todo caso, De Jong sólo se marchará del FC Barcelona si llega una oferta muy importante. No se valorarán llamadas por debajo de los 80 millones de euros. Y es que el club es consciente que su marcha dejará un hueco importante en la medular, por lo que tendrá que reinvertir parte de ese traspaso en nuevos fichajes. Y aquí es donde entra bajo palio el nombre del centrocampista del Valencia, Carlos Soler, que ya tendría un acuerdo con el club blaugrana, y que sólo faltaría negociar con el club che, teniendo en cuenta que finaliza contrato en verano del 2023.