No sé que decir. Ya no me quedan palabras y todavía menos argumentos. No sé cómo lo hacen, pero lo han vuelto a hacer. Es inexplicable y tampoco quiero perder el tiempo al encontrarle la lógica a esto del Real Madrid. El PSG, el Chelsea y también el Manchester City han sucumbido a la mística del Bernabéu y al peso de la camiseta blanca. La del miércoles fue madre de todas las remontadas e incluso empequeñece el 6-1 del Barça ante el Paris Saint Germain.

La magia, la casta, el ADN o la brujería. Juegue quien juegue, se enfrenten a quien se enfrenten y por muy mal que estén, siempre tienen una vida extra. Bravo, por ellos sólo me queda felicitarles. Que les den ya la decimocuarta y a por otra cosa. Esta película ya sé cómo termina, por mucho que nos encomendemos a San Jürgen Klopp

Después del partido del miércoles, no vale la pena seguir autoflagelándose. Culés, si queréis hacer planes el sábado 28 de mayo, coincidiendo con la final de la Champions, un colchonero como Leiva actúa en Barcelona. "Terriblemente cruel", como uno de sus grandes éxitos, sería quedarse en casa viendo el partido. Aún quedan entradas y están a buen precio. No os arrepentiréis.