La renovación de Araujo es la mejor noticia posible. O al menos, a mi parecer, mucho mejor que la de Dembelé. El uruguayo es un líder necesario en cualquier equipo. Araujo es sinónimo de fuerza, trabajo, carácter, pasión, dedicación, compromiso, valores, perfeccionismo, amor por unos colores y, cada vez más, también de buena salida de balón.
El búfalo de Rivera es de esos jugadores que todo entrenador quiere en su equipo y que cualquier vestuario también necesita. Un ejemplo para los más jóvenes y para los más veteranos, un futbolista de los que enamora a la afición y por eso sólo nos queda darle las gracias por su predisposición a seguir jugando en el Camp Nou. No ha sido fácil pero ya es un hecho que Araujo, como dijo Xavi, es un central para los próximos 10 años.
Así que gracias Ronald por escoger al Barça, por poner por delante tu cariño por este club a las mareantes ofertas de la Premier League, por respetar al club que te ha visto crecer y por devolverle a la afición todo el cariño que te ha demostrado desde de aquel debut contra el Sevilla en el 2019.
Ha llovido mucho desde esa desafortunada tarjeta roja y te has convertido en todo un referente, en uno de los mejores del mundo en tu posición. De todo corazón, gracias. El próximo paso será darte el brazalete de capitán.