Que Sergi Roberto no haya renovado aún es muy significativo. Si todavía no ha cerrado su acuerdo para prolongar su etapa en el Barça, probablemente ya no lo haga. El tiempo dirá si es la decisión correcta o no, pero a día de hoy pienso que su ciclo en el Camp Nou ha terminado.
Sergi Roberto siempre ha sido un jugador de bien, sin destacar excesivamente y solo políticamente correcto con el balón. Poco atrevido y poco determinante, soy de los que cree que si Luis Enrique no lo hubiera reubicado en el lateral, ya llevaría muchos años lejos del Camp Nou.
Además hace unos meses no quiso renovar a la baja cuando el club lo necesitaba y ahora es él quien está desesperado por poder tener esa misma oferta encima de la mesa. La situación es comparable a la de Dembelé pero no creo que su caso deba convertirse en un circo mediático como con el francés. Sergi Roberto está lesionado y es de la casa, pero eso no significa que merezca un nuevo esfuerzo del club.
La prioridad ahora son Gavi y Araujo, y el resto es secundario. Creo que lo mejor para todos es un cambio de aires. Para mí no debe seguir, ya ha dado todo lo que debía dar y no le veo beneficio a su renovación. Ni deportivo ni económico, ninguno.
Lo siento, porque todavía se me pone la piel de gallina recordando el sexto gol de la remontada contra el PSG. Con mayor o menor éxito, Sergi Roberto siempre ha dado la cara y, ahora, ya sólo queda darle gracias y desearle toda la suerte del mundo en otro equipo.