Dembelé nunca ha demostrado todo lo que costó y tampoco se merece lo que pide ahora. Su postura es surrealista y el club y Xavi han dicho basta. No queremos este tipo de jugadores. Como decía Cruyff, el que dude de jugar en el Barça ya no nos sirve.

Digan lo que digan, el Barça no debe cambiar su postura con Dembelé y Sissoko, dos nombres que me recuerdan a la versión reducida de los hermanos Dalton. Gracias por nada y cierra al salir Ousmane.

Ahora que parecía que empezaba a tener protagonismo, que tenía continuidad y que el entrenador le tenía como una pieza fundamental, nos deja con una mano delante y otra detrás. Además, se atrevió a emitir un comunicado lleno de mentiras y cargado de demagogia con el que volvió a demostrar que está muy mal asesorado.

Peor imposible, y sino que pregunten en Rennes o en Dortmund de dónde también salió muy mal. La diferencia con el Barça es que allí dejó respectivamente 35 y 135 millones de euros en la caja.

Rabia y frustración es mi sentimiento con un tipo que se ha reído de todos nosotros, que es un buen jugador pero no un buen futbolista y que, ahora con la nueva lesión de Ansu, hubiera sido básico en los esquemas de Xavi

Se acabó. Su caso debe servir de aprendizaje para el club y de aviso para otros futbolistas que se creen que están por encima del Barça. Dembelé ya es historia.