El próximo 17 de octubre los compromisarios del FC Barcelona, que son por delegación los representantes de todos los socios del club, deberán aprobar o rechazar las propuestas que pueden marcar para siempre el futuro del club, como perder su independencia y acabar convertido en SA si no se controla a la directiva para que aplique inmediatamente una buena terapia para tapar la hemorragia económica. Hasta el momento, desde la llegada de Laporta el club ha empeorado deportiva, económica y socialmente. Es un grave error querer votar en bloque la modificación de los 6 artículos de los Estatutos, que es la sagrada Constitución del club. Los compromisarios presentes no deberían permitirlo. A mi entender hay que votar NO a la suspensión transitoria “sine die” del artículo 67 que obliga a las juntas a compensar las pérdidas económicas en los ejercicios posteriores y, más, cuando no se plantea un procedimiento de control alternativo y no se ha explicado cuál es el plan estratégico de la nueva directiva para sanear la entidad en los próximos cinco años. Eso es un cheque en blanco para que la junta cierre cada año con más pérdidas y al final el club se vea abocado a su conversión en SAD. Los artículos que suponen mecanismos de control no deberían poder modificarse al antojo de la directiva de turno. Tampoco debería aprobarse la eliminación definitiva de la Confederación Mundial de Peñas que representa a 170.000 peñistas, 1250 peñas y 18.000 socios del club que se eligen de manera democrática en elecciones territoriales y se organizan por confederaciones para que no haya ninguna discriminación. El club quiere volver a controlar las peñas directamente dando un peor servicio y volviendo al sistema represor de “la peña que critique a la directiva no tendrá entradas para las finales”. Eso había quedado superado y se pretende una regresión.
Y el punto que no debería aprobarse nunca porque amenaza seriamente el modelo de propiedad actual sería el de que cualquier persona del mundo pueda hacerse socio/propietario de manera telemática, con un solo clic, por dos motivos, porque es la forma de regalar la propiedad a cualquier fondo de inversión o partido político que sin tener ningún apego sentimental al club quiera controlarlo haciéndose copropietarios con una inversión de 6,5 millones de euros (185 euros el carnet por 35.000 altas) para controlar el club votando siempre en bloque por interés económico o en clave ideológica-política. Y en el momento que estos socios nuevos, sumados a los que hay en la actualidad que no pueden acceder a un abono del Camp Nou sean mayoría respecto a los 83.000 socios abonados que hay actualmente en el Camp Nou se cargarán el sistema actual y los abonados perderán su condición.
Y ya que los compromisarios tendrán la posibilidad de hacer algunas preguntas al presidente, Joan Laporta, aquí van algunas sugerencias:
¿Por qué prometió que solventaría la continuidad de Messi con un asado y a la hora de la verdad no se le ha renovado cuando el mejor jugadores del mundo quería quedarse y según Tebas y Roures no ha sido por temas económicos?
¿Por qué el mismo día que anunció que Messi no seguiría en el Barça fue a celebrarlo al Botafumeiro con el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez?
¿Por qué maltrata pública y privadamente cada día al entrenador actual del Barça, Ronald Koeman, que es un símbolo del barcelonismo?
¿Le parece coherente decir que cuando llegó al club se dio cuenta de la delicada situación económica del club y en cambio intentar el fichaje de Neymar que sería una operación de unos 500 millones de euros, como mínimo?