Menos de 15 días para el comienzo de la Liga y el barcelonismo continúa sin saber si Leo Messi seguirá en el club que le ayudó a crecer en todo. Está de vacaciones con su amigo Luis Suárez y faltan algunos flecos para que firme un nuevo contrato con el Barça, aseguran en TV3, que hace más de dos meses anunció como primicia que las nuevas condiciones ya estaban en poder del argentino. Hablaba la exclusiva de un contrato largo que cubriría una primera etapa de dos años vestido de azulgrana; una segunda en la que sería embajador del Barça en Estados Unidos donde jugaría la liga americana; y una tercera, en la que Messi pasaría a pertenecer al staff del área de fútbol del club en su vuelta a Barcelona. En teoría, el presidente, Joan Laporta, iba a presentar ante la prensa a finales de mayo los términos económicos del complejo contrato. Seguiremos esperando.
Es verdad que todo es diferente desde hace mucho tiempo en el mundo del fútbol. En anteriores pretemporadas la ilusión llegaba vestida de los nuevos fichajes. Esta vez, en el Barça, ha llegado con el regreso de Joan Laporta a la presidencia del club. Fue elegido porque muchos lo vieron como el único capacitado para devolver la alegría a la entidad. Pese a saber que encontraría una precaria situación económica, Laporta aceptó el desafío. El presidente tiene hoy prácticamente a toda la prensa a su favor, y puede hacer y deshacer a su antojo. Pero lo que verdaderamente animará a la afición serán los resultados del primer equipo. Ha llegado Depay y están saliendo nuevos jóvenes de la Masia. Pero no sé si es porque estamos en plena época de vacaciones estivales, o porque la pandemia nos sigue abrazando, o quizás porque volver a los campos de fútbol será como ganarse la lotería, que percibo una falta de “trempera” en el personal culé.
El desánimo probablemente esté causado por la incertidumbre que la joya, ídolo, líder y capitán del equipo demuestra cada día con su prolongado silencio. Y quizás la anunciada continuidad de Leo Messi sea el golpe de efecto que necesita el barcelonismo para comenzar a soñar en una temporada feliz.