Final de temporada con sabor amargo. El único alivio del barcelonismo es que el Real Madrid se ha quedado en blanco. A pesar de llegar a semifinales de la Champions --el Barça cayó en octavos-- y de haber quedado segundos en la Liga --los de Koeman, terceros--, los pupilos de Zidane se van este curso de manos vacías mientras que el club azulgrana se ha llevado la 31ª Copa del Rey a las vitrinas. Un título que no garantiza la continuidad de Koeman, sino más bien todo lo contrario: parece imposible que pueda salvarle. Hay que recordar que el Valencia ya despidió a Koeman después de ganar una Copa del Rey, pero tampoco les fue demasiado bien a los che tras la marcha del técnico holandés.
Laporta tomará la decisión en base a las alternativas reales que tenga sobre la mesa. El favorito es Xavi Hernández, que recientemente se dejó ver con Carles Puyol en público y alimenta la rumorología. Se comenta en el entorno culé que si dependiese únicamente de la voluntad de Laporta, Koeman ya no se volvería a sentar en el banquillo. La dirección deportiva, en cambio, lleva meses planificando la próxima temporada con él y tanto Mateu Alemany como Ramon Planes creen que ha hecho méritos para seguir aunque no convenza del todo. Además, el horno no está para bollos: su salida cuesta 7,5 millones de euros y las arcas del club están llenas de telarañas.
Tan mal pinta la cosa que Laporta ha renovado el contrato con UNICEF sin pagar ni un solo euro. El acuerdo de patrocinio más popular, posiblemente, de la historia del club por la unanimidad que generó en su momento se renovará por vez primera sin ninguna aportación económica. Cuando Laporta lo firmó en 2006, el Barça pagaba un millón de euros anuales. Sandro Rosell y Bartomeu lo fueron renovando y el último contrato firmado, de 2016 a 2020, comportaba un compromiso de pago de dos millones de euros anuales. Esta temporada no se han pagado y por el momento seguirán sin pagarse. Sorprende la decisión, viniendo de Laporta, que siempre fue el máximo valedor de esta relación.
Laporta y Messi en un acto de Unicef / FC Barcelona
La noticia de la renovación, por cierto, no se ha conocido a través de ningún comunicado oficial del club. Ha sido un chivatazo a Catalunya Ràdio. Curiosamente, desde que ha llegado Laporta, son muy pocas las noticias que ha dado el Barça a través de comunicados oficiales. La mayoría, filtraciones a la prensa, especialmente a los medios afines al nuevo gobierno, cuya predilección por la Corporació Catalana de Mitjans salta a la vista. Es preocupante que TV3 se convierta en el nuevo canal oficial de comunicación de un Barça donde internamente defienden estar "en contra de cualquier filtración que afecte al club y a personas".
Por el momento ya se han filtrado las pérdidas previstas de 350 millones de euros, la comida de Koeman con Laporta y el restaurante donde se celebraba, los detalles de las negociaciones con el padre de Messi para su renovación, el crédito de 500 millones de euros con Goldman Sachs, los problemas del nuevo Palau con los terrenos del Bowling Pedralbes, los primeros resultados de la auditoría económica que destapan el pago de facturas fraccionadas por el Espai Barça y, concretamente, una de 1,5 millones en tres pagos al club Laietà como compensación por las obras, las renovaciones de algunos jugadores de la cantera, los atestados de los Mossos d'Esquadra sobre el Barçagate... un suma y sigue que no invita al optimismo. Especialmente cuando uno se dirige al departamento de comunicación para hacer su trabajo como periodista tratando de contrastar una información antes de publicarla y le responden: "El club no confirmará nada. Si queréis citar al medio...".