El Barça sufrió en exceso para eliminar al Cornellà en la prórroga para seguir vivo en la Copa aunque al final cumplió con su obligación, cosa que ni real Madrid ni Atlético pueden decir. Con su alineación llena de titulares, Koeman demostró que se tomaba el partido muy seriamente. Y la actitud de los futbolista también fue muy buena. Jugaron con la intensidad y concentración necesarias. Pero volvió a quedar claro que este equipo es muy terrenal, por no decir ordinario. Demuestra una falta de efectividad alarmante. Ayer volvió a fallar más que una escopeta de ferias. Los dos penaltis errados es una muestra clara de que ante la ausencia de Messi no hay goleador ni líder. La entrega y el compromiso de Griezmann es elogiable pero su falta de puntería es desesperante. Un delantero que quiere sentarse a comer en la misma mesa que Messi o Cristiano Ronaldo debe ser más efectivo y no esconderse en los momentos de presión como es lanzar las penas máximas ante la ausencia de Leo. Los fallos desde los 11 metros han costado 4 puntos a los de Koeman en liga, que les habrían permitido seguir luchando por el título. Los empates ante Eibar y Valencia se podrían haber convertido en victorias si Braithwaite y Griezmann no hubiesen fallado.

El partido de ayer nos deja otros jugadores señalados. Braithwaite no pasa de ser un obrero del área y Trincao es como una gaseosa desbravada. Las actuaciones discretas de Riqui Puig no están justificando el entusiasmo y devoción de sus partidarios. En cambio, Araujo está siendo un valladar en defensa. Mingueza también está cumpliendo y creciendo en cada partido. Ayer Koeman hizo debutar a otro adolescente como Ilaix Moriba que parece tenerlo todo para triunfar en el Barça: calidad, físico, mentalidad y sentido del juego posicional. Koeman ya no puede hacer más con lo poco que tiene. No hay un euro ni para traerle a un Eric García que está de rebajas. Si ayer no jugó ni un minuto Umtiti es que no está para comepetir. El Barça ya puede ponerle unas cuantas velas a la virgen de “la Moreneta” porque como se lesionen Araujo o Lenglet la eliminatoria de Champions frente al PSG de Neymar y Mbappé puede ser una nueva pesadilla europea para un Barça que, cuando sale por el continente, muestra la misma ingenuidad e inocencia que la de un estudiante de Erasmus.