Si llegan las elecciones catalanas, porque las malas lenguas y las oficiales desde el Procicat ya hablan de retrasar (aunque después lo maticen), también afectarán a las del Barça. Y esto, personalmente, me provoca ardor de estómago. Es eterno el cambio de ciclo que el club merece pero también es eterna esta agonía de no ir a ningún sitio desde hace demasiado tiempo.
¿Lo peor de todo? Que no hay dinero para nada y ningún candidato tiene el valor de reconocerlo. Partiendo de una verdad tan básica que todos ellos se niegan a admitir, ¿en quién puede confiar el/la culé? Pues deberá ir como el juego del ¿Quién es Quién? y descartando de lo malo, lo peor. Vamos a dejar de lado los frikis y nos quedamos con los que, ahora mismo, parecen los favoritos: Joan Laporta y Víctor Font. Y de estos dos, hoy mención especial a Font. Su gran problema es que no sabe suficiente de fútbol, se presentó como el gran gestor pero toda su campaña ha ido cayendo en picado.
El otro día presentó un organigrama donde integraba a Xavi Hernández. Esta vez, desde Qatar, no llegó ningún palo aunque lo que hacía daño a los ojos era ver como "el segundo", o sea Xavi, era mejor que "el primero", o sea Font.
Y la otra gran metedura de pata es ir anunciando cosas que después se desvanecen o son corregidas por los mismos protagonistas. Como decir que tiene cerrado a Jordi Cruyff y este negarle en menos de 24 horas. O todavía mejor, abanderar que hará lo posible para que vuelva Neymar cuando el socio de toda la vida, el que vota, está hasta las narices de ver cómo el brasileño se desgracia su carrera futbolística. Y no sólo por las farras descontroladas como la que ha ido empalmando días y días en Brasil, sino por las lesiones que suma y son fruto de su mala vida. Víctor, céntrate o ser el segundo en estas elecciones será lo mismo, por resultados, que ser el último.