Los errores puntuales, en defensa y en ataque, volvieron a condenar al Barça contra un rival contra el que no se podía dejar puntos. La tónica de este curso, vamos. Con este triste e insípido empate contra el Eibar, el Barça por fin cerraba un 2020 para olvidar.

Adiós a un 2020 de récords, pero récords negativos. Que se acabe ya de una vez y que pasemos página cuanto antes. Que lleguen las elecciones y que las energías y las sensaciones de los culés puedan ser debidamente renovadas.

Al 2021 le pediremos muchas cosas pero milagros tampoco podemos esperar. Con el equipo actual, la situación económica que vive el club y las lesiones de hombres muy importantes para el equipo, no se desprende demasiado optimismo, pero somos lo que somos. De peores hemos salido y no ahora no se puede abandonar el barco. Toca vivir malos momentos y pasar por algunas de las etapas más difíciles de la entidad, pero insisto, si hay algo que en momentos como estos no se puede poner en duda es el amor al club. Visca el Barça, ahora más que nunca!

Lo de Messi

Messi ha envuelto su futuro en una atmósfera de misterio tan espesa que también se podría decir que es de otro planeta. Ahora mismo nos tiene tan desconcertados que podríamos asegurar que se queda al 100% así como todo lo contrario, que se va, que se marcha. Sinceramente, lo más probable es que a estas alturas ni él mismo sepa lo que quiere hacer ni lo que hará.

Que fuera el propio Messi quién sacó el tema de probar suerte en los Estados Unidos nos puede dar pistas sobre qué le pasa por la cabeza. También que se haya dado cuenta de que su salida no puede ser como la de cualquier otro porque una vez cuelgue las botas su futuro debe seguir vinculado al Barça y en Barcelona. Tampoco se cortó para atizar a Bartomeu y también mostró su versión más humana confesando que pese a que necesitaba ayuda psicológica no decidió dar el paso. 
 
Messi nos demostró su madurez humana y es que en un entorno en el que no está cómodo, también fue capaz de driblar al mejor periodista en este tipo de juego. Un Jordi Évole que nuevamente también merece el reconocimiento y las felicitaciones de todos los compañeros de profesión. Enhorabuena a los dos, fue auténtico placer verlos como espectador y recibir una masterclass como periodista.

Un premio para Koeman

Sin quererlo, Koeman también fue uno de los protagonistas de esta entrevista de Leo Messi con Jordi Évole. El argentino dijo que el holandés fue un gran acierto y le reconoció el mérito de intentar construir un proyecto en esta situación tan adversa.

Koeman no es un títere que se deje manejar por el vestuario pero tampoco es aquel sargento de hierro que le condenó en el Valencia o en el Everton. Ha sabido encontrar el equilibrio. Sabe dónde está y sabe que el Barça es el proyecto de su vida. En circunstancias muy desfavorables sí, pero nunca volverá a tener una oportunidad como ésta.

Valiente de aceptar el reto y de proponer cosas diferentes más allá de que salgan mejor o peor, Messi también le quiso reconocer públicamente su labor. Un agradecimiento por todo lo que ha tenido que pasar en menos de 5 meses: el intento de fuga del argentino, la salida forzada de Luis Suárez, la dimisión de Bartomeu y algunas lesiones de peso que no han ayudado a consolidar el proyecto.

De momento no ha tenido la suerte de cara, el 2020 tampoco le ha hecho justicia al holandés que además también tuvo un inoportuno problema cardíaco. Con todo, si es con 3, 4 o 5 defensas, 1, 2 o 3 centrocampistas y 2, 3 o 4 delanteros, dejemos trabajar a Koeman. Si Messi le ha dado su visto bueno es que algo bien está haciendo más allá de que lo acompañen o no los resultados. Messi no regala elogios a cualquiera.