La junta gestora no tiene prisa, eso lo sabemos. Pero también sabemos que ellos son los que, por estatutos, tienen la potestad de marcar las pautas. Y en ello, nos encontramos, y no hace falta dar nombres, que algunos precandidatos se piensan que mandan más. Incluso que Leo Messi, el auténtico presidente escondido del club. Pues no señores. Eso no es así y aprovechar con esta actitud de posicionamiento que da estar ligado a la marca Barça ya indica por dónde van algunos y lo que podrán dar a una entidad, que teóricamente, sigue siendo de los socios. Nadie está en condiciones de exigir nada, mientras se cumplan las normas a rajatabla, la junta gestora es quien corta y manda. ¿O acaso tenemos que recordar el fichaje de Arda Turan en la anterior junta gestora que pedía Luis Enrique y Bartomeu, sin potestad fáctica, consiguió realizar? Vamos a reflexionar porque algunos candidatos tienen que centrarse si no quieren perder su credibilidad. Hay nueve, diez con el escondido Laporta, que quieren ser presidentes de un club arruinado económicamente. Sorprende este récord, sin precedentes, de tantas caras para el peor momento de la historia del club. ¿Por qué será? Con actitudes de ordeno y mando de algunos de ellos lo podemos intuir.
También un consejo para los que se presentan: tienen que llevar una estrategia clara. Un simple ejemplo: los que pedían la dimisión con firmas, ocho grupos, ni se ponen de acuerdo en qué precandidato presentar. Porque sí, también quieren salir en la foto. Víctor Font sigue mal aconsejado comunicativamente: él paga y sólo le ven el símbolo del euro en su rostro. Pero hace el ridículo diciendo que tiene a Guardiola. Y algunos que me quedan por el camino por citar, el nivel de payasos y aprovechados que gastan, es un escándalo.