Los efectos de la pandemia del Covid-19 están siendo devastadores para las compañías del entretenimiento. Y en el Barça todavía más que en otros clubs, puesto que el turismo era una de sus mayores fuentes de ingreso, gracias a la asociación de su marca global con el atractivo turístico de la ciudad de Barcelona.
El club tiene las instalaciones cerradas. Ha perdido los ingresos por ticketing, palcos vip o restauración y ha debido cerrar las tiendas de canaletas y de la T2 del aeropuerto del Prat, y el Tour del Museo del Camp Nou. La caída de ingresos se cifra en 300 millones anuales. Es obligado recortar gastos y aumentar los ingresos. Por eso, se está negociando la adecuación salarial con los jugadores para rebajar la masa salarial de esta temporada.
Y a la hora de generar ingresos lo fácil hubiera sido vender buenos futbolistas, como Ansu Fati, por quién el Dortmund ofreció 50 millones de euros pero eso significaría debilitar el proyecto deportivo. Es por ello que, según desveló Culemanía y el programa radiofónico Sin Concesiones, el Barça tiene negociaciones muy adelantadas con diferentes "Partners estratégicos” que aporten no solo músculo financiero (200 millones) sino también su experiencia en el sector para potenciar las cuatro líneas de negocio que el club inició en el plan estratégico del 2015, como son: Barça Studios, Barça Licensing and Merchandising (BLM), Barça Innovation Hub (Bihub) y Barça Academies.
El proyecto, denominado Barça Corporate, implica que el Barça venda el 49% de esas áreas a cada uno de sus 4 nuevos partners con una opción de recompra por parte del club y con posterioridad a la potenciación de esa línea de negocio.
Estas cuatro compañías, cada una con una amplia experiencia en su correspondiente sector, aportarían 200 millones, de los cuales 100 millones serían un ingreso directo al presente ejercicio económico y los otros 100 millones servirían para hacer crecer esa determinada línea de negocio con la intención de multiplicar los ingresos del club en un futuro a corto plazo.
La junta directiva de Bartomeu ideó este proyecto durante la pandemia con el objetivo de generar nuevos ingresos y paliar los efectos de la crisis económica del Covid. En las temporadas 2019-2020 y 2020-2021, el crecimiento de estos cuatro negocios se ha visto limitado, según el club, “a causa de las tensiones financieras provocadas por la pandemia”. Además, se ha hecho “imposible” dotarlas de “la inversión y los recursos suficientes requeridos para su crecimiento en los términos marcados”.
Esta nueva fuente de ingresos es vista por Tusquets como una fórmula para evitar que el club acabe convirtiéndose en una Sociedad Anónima Deportiva. Parece una buena solución ya que el Barça no puede saber de todos los sectores. Aliarse con una empresa audiovisual que sepa monetizar los contenidos audiovisuales, siguiendo el ejemplo de Netflix, parece un acierto.