La última vez que la UEFA cambió el formato de la entonces llamada Copa de Europa fue en 1992. El estreno de aquel formato en el que ocho equipos se repartieron en dos grupos y los vencedores disputaron la final en Wembley puso punto final a la triste historia del Barcelona en esta competición. Venció a la Sampdoria con aquel histórico e inolvidable gol de Ronald Koeman.
Esta semana vuelve la Champions para disputar la vuelta de los cuartos de final de ocho eliminatorias que quedaron aplazadas por culpa de la pandemia. Y después los clasificados definirán el título en Lisboa. Toda una novedad en una competición que para el Barcelona es su última esperanza en una temporada en la que perdió la Liga y también la Copa del Rey, y en el que los problemas han superado notablemente los éxitos. Todo un sueño dentro de una temporada que ha sido una pesadilla. Pero para llegar a Lisboa el Barça primero tendrá que eliminar al Napoli este sábado en un Camp Nou vacío. Un adversario al que no le basta jugar sin público sino que además, según su presidente, le habría gustado disputar la vuelta de este partido en otra ciudad europea.
Para Messi y compañía el partido contra el Napoli es una final. Toca más entrega que nunca. Toca hablar en el campo y evitar aquello que advirtió el capitán tras la última derrota en el Camp Nou: “La gente se está quedando sin paciencia porque no le estamos dando nada”. Pues toca victoria para acudir a Lisboa como un favorito porque por algo en este equipo juega el mejor futbolista del mundo. Los números están en contra porque dicen que el Barça ha sido eliminado más veces (6) en cuartos de final que títulos ha conseguido (5). Y añaden que desde la conquista de su segundo gran título europeo (París 2006), en las siguientes 13 ediciones, el Barça ha ganado 3 títulos, fue eliminado una vez en octavos de final, ha disputado 5 semifinales y en 4 ocasiones se ha despedido en la ronda de cuartos de final, todas ellas en los últimos seis años. Es un dato que los jugadores conocen perfectamente. Romper ese récord negativo es el primer objetivo de Messi y compañía.