El propio Víctor Font lo ha desmentido, pero tendríamos que matizar porque la frase correcta sería la siguiente: al propio Víctor Font le han hecho desmentir el rumor. De entrada, los medios de comunicación y las grandes firmas periodísticas que lleva detrás no comulgan con la filosofía de Jan, véase Antoni Bassas. Y por otro lado, la frase de siempre: dos gallos en un gallinero no comulgan.
Además, cabe recordar que Laporta todavía no ha dado el sí oficial a presentarse a las elecciones, aunque es bien sabido que ganas no le faltan. Pero algunas de aquellas personas sinceras de las que se rodea todavía le recuerdan que no puede volver a fracasar.
Pero vamos a Víctor Font. Porque el candidato que más dinero está invirtiendo, se puede decir sin tapujos que está tirando la casa por la ventana, viene de un pasado reciente donde no tenía ni los avales necesarios para presentar su candidatura y prefirió una retirada a tiempo. Es más, en un pasado un poco más lejano, recogía firmas para Laporta.
Es sabido por todos que a Font le mueve un buque insignia. Y no hablamos únicamente de billetes, también de los grupos mediáticos que tiene detrás, como Mediapro. Sabrán de campaña y contactos pero debe cambiar algunas cosas y actualizarse. Un claro ejemplo son los tours físicos por peñas que no han llevado grandes cosechas ni éxitos de convocatoria. Y hablo de antes de la pandemia por el coronavirus, que parece que es ahora cuando nos ha cambiado la manera de ver las cosas... Pues no, esto ya era de antes. Y definir estos encuentros a más de un año vista con un nombre, todavía desconocido para el gran público, no tiene la suficiente garra.
La otra pieza que deberá reforzar Font es su aprendizaje sobre el mundo del fútbol. Es un apasionado del club pero lo tiene que ser, todavía más, de la pelota. Los precedentes, como el del presidente actual, Josep María Bartomeu, indican que esto no es una condición indispensable. Bartomeu, por ejemplo, viene del baloncesto. Pero también sabemos de la situación excepcional por la que llegó a presidente y también por qué salió reforzado de unas elecciones donde venían de repetir un triplete. Los socios están cansados de ESADE's, másters en IESE, ciclos formativos en Harvard y currículums llenos de marca pero poca experiencia vital. Y lo que le hace falta a este Barça, precisamente, es vida.