Habrá quien te entierre otra vez Barça, quien diga que ya lo había anunciado, quien aproveche esta derrota ante el Madrid para avivar más el fuego pidiendo la dimisión del presidente. Quienes te han sepultado hace tiempo, quienes se sintieron defraudados con el empate ante el Nápoles, que son los mismos que te pedían valentía e ir por el partido en Madrid, en una de las incongruencias más clamorosas de este debilitado periodismo deportivo, volverán a hablar de la falta de planificación, de proyecto caduco y de cuantas pajas más.
Y “enfermo” o “muerto”, como dicen que estás, ha sido realmente sorprendente tu actuación en el Bernabeu. En un clásico lo normal es que gane el de casa, y este Barça de Quique Setién durante una buena parte del encuentro ofreció una cara bonita, en la que pudo sentenciar al Madrid pero en unas ocasiones Courtois y en otras el desatino de los rematadores azulgrana evitó lo que nadie esperaba, que era un triunfo del Barça.
Y también en la segunda parte tuvo una oportunidad para poner a temblar el Bernabéu. Y la derrota, miren por dónde, llega tras salir Arturo Vidal del campo, que había perdido dos balones importantes y parecía haberse extraviado en el campo, y su cambio lo pedían hasta en Chile. Entró Braithwaite, que tuvo la ocasión de convertirse en el sustituto más rápido en marcar un gol, el danés no lo hizo, y un segundo de despiste del Barça causado por el cambio, Vinicius encontró el gol con la colaboración desafortunada de Piqué que puso al Madrid líder de la Liga.