Ante el Granada vimos un partido aburrido, más distraídos estuvimos en Arabia Saudita pero el crédito de Valverde estaba en números rojos. En lo que sí se parecía el Barça del Txingurri i el de Setién es con su figura clave, Leo Messi. En el último partido de la Liga volvió a decidir él. O sea, volvimos a ver lo que le falta al equipo y lo que le sobra, un contraste que hace esconder algunas deficiencias importantes. Pero tienen a Messi, nada más a decir.
Por otro lado, también tenemos que ser sinceros. Setién llevaba cinco días justos entrenando, no se puede decir ahora si ha sido un buen o mal fichaje. Y tampoco nos podemos coger a las famosas estadísticas engañosas, con el ímpetu que la nueva cara pueda aportar. Por ejemplo, los famosos más de 1.000 pases que superó en un partido de Liga por tercera vez en la historia de los últimos 15 años.
Me repito con lo mismo, las comparativas son engañosas. Ni estilo Cruyff, ni vacas de montaña ni anécdotas para maquillar Setién, que se lo gane. Por cierto, buena aportación de Riqui Puig, lo único que de inmediato confío en ver un cambio. Si apuestan por él, quizás se concentra más y hace el clic necesario para ser una primera espada blaugrana.
Con todo esto, el tiempo es efímero. Y el club ya prepara un relevo. A la campaña mediática que pretende hacer de Xavi si las cosas se empiezan a torcer, ya preparan un relevo más seguro. Saben que con Xavi no pueden contar: es profesional y no casa con la directiva. Y el sustituto sería Koeman, con quien han vuelto a hablar.