Tengo ganas de escuchar a Luis Enrique pero de momento celebro el comunicado de Robert Moreno. Chapeau. Estuvo elegante y a la altura de las circunstancias. Se trataba de una situación muy difícil para él, difícil de asumir y de gestionar pero creo que no lo podía haber hecho mejor. Espero y deseo que pronto tenga la oportunidad de demostrar su capacidad en la primera línea del fútbol. Lo ha hecho más que bien en el banquillo de la selección.



El currículum de Robert Moreno al frente de España ha sido casi mejor que el del propio Luis Enrique. No ha perdido ningún partido, se ha clasificado para la Eurocopa y su relación con los jugadores ha sido magnífica. Todo lo que tenía que hacer lo ha hecho y lo ha hecho con nota.



Su buen rendimiento ha provocado que algunos rumores sitúen a Robert Moreno en el Barça, algunas voces ya comentan que Robert Moreno podría ser el sucesor de Ernesto Valverde en el banquillo del Camp Nou. Conoce la casa, a la mayoría de los jugadores y ahora le toca brillar con luz propia. Confiar ciegamente en él sería precipitado, descartarlo sin miramientos, una negligencia. Valoremos esta opción porque antes que traer a Koeman, yo optaría por Robert.

Rubiales, retratado

Me parece justo que Luis Rubiales le quiera devolver el banquillo de la selección a Luis Enrique, un banquillo que tuvo que dejar por unas causas de fuerza mayor. No me puedo imaginar lo que supone perder una hija, pero si volver a la selección sirve para que Lucho recupere la ilusión y el proyecto lo haga seguir adelante, sin duda es la mejor noticia que hemos explicado en los últimos días.



Luis Enrique vuelve adónde debía estar, la culpa no es suya. El problema no es su vuelta, todo lo contrario. El problema es la gestión de la marcha de Robert Moreno, el trato que ha recibido no tiene nombre. Es lamentable cómo se ha hecho. Lo que criticamos es la pésima gestión de Rubiales y la Federación.



Es surrealista. La noticia debería haber sido ser que vuelve Luis Enrique pero desgraciadamente la chapuza de Rubiales se lleva todas las portadas. Ni con Lopetegui lo hicieron tan mal.

Antoine por fin alza la voz

Griezmann envió un mensaje dentro y fuera el campo. Un gol y una asistencia en 30 minutos jugando en su posición con la selección y hablando claro, sin pelos en la lengua para demostrar que no ha perdido su esencia. Griezmann no se esconde.



En el Barça está pasando por un proceso de adaptación complicado de asimilar todo si no juega en su posición y no cuenta el apoyo necesario de unos compañeros que preferían la llegada de Neymar. Paciencia, calma y tranquilidad. Griezmann está motivado y es muy positivo, pero tal y como decía, necesita una confianza que entre todos debemos darle. Aficionados, prensa, jugadores y entrenador. En el Barça el rendimiento debe ser inmediato pero si hay algún jugador que merece tener crédito, es Griezmann.



No lo convirtamos en el nuevo Coutinho. Ahora mismo el Barça parece una trituradora de jugadores y con un campeón del mundo que siempre ha brillado con luz propia, no nos podemos permitir ese lujo.