“Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir”. La frase pertenece al escritor Eduardo Galeano. Uruguayo, como Luis Suárez, el auténtico tormento de algunos tertulianos, que todavía lo critican porque prefirió operarse de la rodilla antes de jugar la Copa del Rey, y de esos aficionados que dicen son del Barça pero dependen de quién sea el presidente del club. Triste, pero es así. A Suárez, que será uno de los goleadores históricos de la entidad azulgrana, el Barça debería estar siempre agradecido. Y no solo por sus goles o por su entrega, sino también porque este es uno de los futbolistas que siempre quiso jugar en el Barça, y ama al Barça. Lo suyo no es postureo. Es una lucha constante con las ganas de cumplir con el trabajo lo mejor posible.
Los uruguayos, o charrúas, como son conocidos coloquialmente, pertenecen a un país que algunos brujos modernos vaticinaban su desaparición en un futuro no muy lejano. Dicen las estadísticas que desde hace un montón de años, Uruguay es un país que no pasa de los 3,4 millones de habitantes. No crece, pero uruguayos hay en todas partes del mundo, como argentinos o gallegos. Beben mate, sus asados son famosos y han llegado a tener hasta un presidente que perteneció a la guerrilla de los Tupamaros. Si algo hermoso tienen los uruguayos es que no se rinden ante nada. Y a eso, a luchar sin descanso no le gana nadie a Suárez.
A él, al que cada vez que juega fuera un partido de Champions le cuentan los años que lleva sin marcar, lo que le pone es callar bocas. La noche de este miércoles, ante el mejor Inter que se ha visto en el Camp Nou, Suárez marcó otros dos tantos que dieron una noche feliz a los culés de verdad, a los que gozan con la victoria. Y me da la sensación que Luis Suárez ha leído mucho a Galeano, y aplica a rajatabla la frase del comienzo: “Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir”. Él sueña, como Messi, Ter Stegen o Valverde, con otra Champions en sus vitrinas, y está empeñado, como Messi, Ter Stegen o Valverde en no dejar dormir a los que lo pitan, están deseando jubilarlo y quieren ver al Barça derrotado.