Por fin se acabó el culebrón. Dos, tres meses y prácticamente el año entero hablando sobre el regreso de Neymar al Barça. Y se seguirá hablando de cara a enero. De cara al próximo verano. Pero la única verdad, como siempre defendimos aunque por momentos nos hicieron dudar mucho, es que Neymar se queda allí.
Au revoir, mon ami. París seguirá siendo su hogar maldito, el que él mismo se buscó cuando decidió marchar con nocturnidad y alevosía del Camp Nou. Hay errores que no deberían perdonarse, pero Neymar casi lo consigue.
Testarudo por naturaleza, como muchos futbolistas, cuya gran ambición y confianza en sí mismos les hacen conseguir casi todo lo que se proponen, Ney estuvo a punto de obrar el milagro. Movió a todas las partes. Pero se topó con alguien tan o más tozudo que él: Ousmane Dembelé.
El francés fue la clave real de que no se cerrase la operación. Pero estaba en todo su derecho a negarse a salir. Ahora, debe demostrar al barcelonismo por qué se quedó. Debe demostrar que es mejor que Neymar, cosa que sostenía el presidente Bartomeu hace dos meses. No sabemos si en algún momento cambió de opinión.
Lo más divertido de este culebrón es la gran colección de teorías conspiratorias que se han tejido en estos meses. ¿Verdad? ¿Mentira? Pocos lo saben… Como las ofertas… se publicaron más de una decena y la supuesta realidad es que solamente se pusieron dos sobre la mesa del PSG. Una por escrito, otra con visita incluida.
La primera, una cesión con opción de compra por un máximo de 170 millones de euros. Rechazada de inmediato porque el PSG valoraba al jugador en 300 millones y, tras ablandarse un poco, aceptaba un traspaso de 215 kilos.
La segunda, un pago por valor de 130 millones –hay quien dijo que eran 125 o quien sostiene que son 115 fijos + 15 en variables– con la inclusión de Rakitic, Todibo (traspasados) y Dembelé (cedido). Supuestamente, también rechazada.
Con esta segunda oferta ya nacen algunas teorías muy curiosas. Hay quien dice que el PSG aceptó si el Barça alcanzaba los 150 millones y que Neymar se ofreció a poner esos 20 kilos de su propio bolsillo. Pero no pasó nada… porque el ‘cabezón’ Dembelé no aceptó entrar en la operación.
‘Teorías conspiranoicas’
Pero lo más interesante son las teorías conspiranoicas. La primera nos la hemos planteado muchos culés y consiste en que todo fue un teatro. Un paripé para convencer a Messi de que realmente el Barça había intentado llevar a cabo una operación totalmente imposible a nivel contable. Bueno, lo cierto es que no era del todo imposible, pero hubiese supuesto colocar al club en una situación muy delicada.
Esta teoría justificaría todos los viajes a París, la reunión en Mónaco y las constantes filtraciones a la prensa porque, supuestamente, el Barça quería que todo el mundo pensase que se estaba haciendo todo lo posible por fichar a Neymar.
Otra teoría que ha cobrado fuerza y justificaba los esfuerzos es la de que todo se hizo para evitar el fichaje de Neymar por el Real Madrid. El Barça, sabiendo que era inviable ficharlo, hizo creer a todo el mundo que podía hacerlo para que Neymar se mojase a favor del club catalán, que era como mojarse en contra del Madrid. Solo de esa manera se garantizaba apartar a Florentino Pérez de una lucha donde hubiese tenido mucha más ventaja.
En ese punto nacieron otras dos nuevas teorías. La primera, que el Madrid ya lo tenía fichado –algo que llegó a la redacción de Culemanía y se publicó con la cautela pertinente– y la segunda que se maneja ahora desde TV3 es una evolución de la primera: que el Madrid sí que llegó a presentar oferta por Neymar (125 millones + Keylor + Modric o James).
Si bien es cierto que en el Barça tenían miedo real de ver a Neymar vestido de blanco, lo que más claro tenían los dirigentes del Barça es que al Madrid le pondrían todas las facilidades que no le ponían al Barcelona. Por suerte, no se dio.
Y aún hay una tercera teoría conspiranoica que vale la pena mencionar para terminar con esta parrafada: que el Barça hizo todo el paripé para hacer las paces con Neymar. El club mandaba un mensaje conciliador para ayudarle a resolver la situación incómoda que vivía en París. ¿Con qué fin? Pues con la idea de que retire la demanda por la prima de renovación ya que, al parecer, hay algunas voces que apuntan a que el Barça tiene todas las de perder.
Sin duda, un verano que ha dado mucho de sí... con la fortuna de que el polémico Neymar se queda en París.