Uno siente cierta estupefacción cuando lee día tras día informaciones sobre la presunta cercanía entre los destinos del FC Barcelona y del futbolista Neymar Júnior. Especialmente cuando compañeros de profesión con alto grado de credibilidad manifiestan la posibilidad real de que se lleve a cabo la operación más estrambótica que se pueda imaginar.
Neymar, que actualmente podría considerarse el mejor negocio en la historia del Barça por el rendimiento que dio de 2013 a 2017 y la cuantiosa suma que dejó en las arcas de la entidad barcelonista –222 millones de euros–, podría terminar siendo la peor transacción del club.
El astro brasileño es un futbolista maravilloso, de dibujos animados cuando está centrado, pero más aún es sinónimo de problemas. Las lesiones continuadas son el menor de los lastres que viene arrastrando en las últimas dos temporadas.
El currículum que acumula a sus espaldas es para echar a correr: acusado de violación, de defraudar a Hacienda en Brasil y España, de violento, fiestero empedernido, ególatra, pesetero, indisciplinado y mucho más. Ello sin olvidar que su fichaje le costó al Barça una condena penal.
Neymar también osó demandar a lo que ahora llama “mi casa” después de dejarlo tirado de manera rastrera, en reclamación de la prima de renovación de un contrato que no cumplió.
Pero ello no impide al Barça tantear su caro regreso. Así lo contó el periodista Francisco Cabezas el pasado martes, apuntando la posibilidad de incluir a Griezmann –al que todavía no se ha fichado– en la operación.
También Juan Josep Pallàs confirmaba este jueves de madrugada la insistencia del presidente Bartomeu en llevar a cabo un fichaje pedido por Leo Messi, asumiendo los riesgos que comportaría.
Más atractiva parece la posibilidad que narraba este viernes Albert Masnou. El Barça habría ofrecido 100 millones más Coutinho al PSG a cambio de Neymar. Teniendo en cuenta que el ex del Liverpool costó 160 millones con variables incluidos no parece mal negocio. Sin embargo, cuesta creer que Al-Khelaifi pueda aceptar semejante propuesta.
A todo ello se suma la proposición que según Globoesporte supondría ofrecer a Dembelé, Umtiti y Rakitic más 100 millones de euros por Neymar. El PSG, por su parte, lo tasa en 300 kilos.
Un circo de dimensiones siderales que amenaza con convertirse en el culebrón del verano y que, de hacerse realidad, puede terminar siendo un error imperdonable para Bartomeu. El barcelonismo más crítico está al acecho.