Neymar, Rabiot, De Jong y De Ligt. Se nota que estamos en medio de un parón de selecciones y que la actualidad azulgrana viene poco cargada a nivel deportivo. Se han llenado innumerables páginas de posibles fichajes y eso que apenas estamos en el mes de noviembre. Ya sabemos su estilo, sus gustos, el coche que llevan, su número de pie, el nombre de sus mascotas e incluso si son alérgicos a los frutos secos.
Pero, preguntémonos: ¿qué hay que fichar? Para mí es necesario un lateral izquierdo. No hay recambio para Jordi Alba y Miranda, del filial, ha tenido un papel anecdótico en el primer equipo.
Por partes: yo descartaría a Neymar por su precio, por su carácter y por cómo se fue. Por otro lado Rabiot llegaría libre, y no me parece mala opción aunque sinceramente tampoco lo veo con perfil Barça.
Finalmente De Ligt, el central, sí me parece una gran alternativa para convertirse en el relevo natural de Piqué. Y De Jong, también se puede convertir en una magnífica alternativa a Busquets. Hay que fichar poco y bien así que por favor, no nos volvamos locos.
Batería baja
Busquets ya suma 21 partidos. Rakitic y Coutinho, 20. Luis Suárez, 19. Ter Stegen, Piqué y Jordi Alba, 17. Siete futbolistas del primer equipo acumulan un partido cada 4 días. O lo que es lo mismo, la elevada carga de minutos aumenta el riesgo de lesiones.
Apenas cerramos el primer trimestre del curso y gran parte de la columna vertebral azulgrana ya empieza a ir justa de fuerzas. Valverde intentó rotar sin demasiado éxito en los primeros partidos de la temporada pero desgraciadamente tuvieron que ser los de siempre los que salieran a sacar la castañas del fuego. El fondo de armario no respondió.
Atlético de Madrid, PSV, Villarreal, Cultural Leonesa, Español, Tottenham, Levante y Celta. Ocho partidos, cinco de Liga, dos de Champions y uno de Copa para cerrar el año. Y precisamente es en la Copa y en la Champions dónde Valverde debería volver a apostar por los menos habituales y así dar aire a las vacas sagradas de una plantilla que cuando realmente se la jugará es en los meses de abril y mayo.
Demasiadas dudas con Luis Enrique
Es muy temprano para hablar de fracaso, que nadie haga todavía un drama de la selección. Pero lo que es cierto es que a España siempre se le debe exigir lo máximo y la imagen que nos ha dejado en este parón, sumado a los malos recuerdos del Mundial de Rusia, no nos invitan a ser demasiado optimistas.
El objetivo era clasificarse para la final four de esta Liga de Naciones y no se ha conseguido. En estos 4 meses con Luis Enrique al frente, la selección ha ido de más a menos, a mucho menos.
Falta juego, gol y solvencia defensiva. En lugar de una evolución parece una involución, y creedme; soy de los que confía en Luis Enrique pero también soy de los que tiene los pies en el suelo y analizando el resto de selecciones actualmente los mejores jugadores del mundo NO son españoles. Las malas sensaciones de los últimos partidos nos hacen dudar de este relevo generacional y nos hacen valorar, aún más todos los éxitos conseguidos en el pasado.