De la ilusión a la decepción. El Barça, líder en las fases regulares de la Euroliga y la Liga Endesa, acabó muy mal el pasado curso. Eliminado por el Real Madrid en las semifinales de la Final Four y derrotado por el mismo equipo en la final de la ACB por un contundente 3-1, la sección de basket aceleró una renovación que Jasikevicius ya tenía perfilada.
Jasikevicius, cuestionado por el desenlace de la temporada y sus tensiones con algunos jugadores, todavía tiene crédito. La delicada situación económica del club le ha impedido retener a Brandon Davies, pero el Barça está moviéndose bien en el mercado.
Vesely, sustituto de Davies, es un jugador con mucha experiencia y buena mano, pero es menos intenso y agresivo que el norteamericano. De momento también se ha anunciado la contratación de Satoransky, que regresa al Palau tras su aventura en la NBA. Y el base checo debe ser una pieza clave en el nuevo Barça. Ha fichado por cuatro temporadas y, salvo sorpresa, relevará a Calathes, mejor en la dirección pero muy discreto en sus lanzamientos a canasta.
El Barça también tiene atado el fichaje de Óscar da Silva, ala-pívot del Alba de Berlín de 23 años. Es un jugador intenso y con mucha proyección. En teoría, con más recursos que Smits.
El cambio más convincente es el de Kalinic por Hayes-Davies. Hace un año, el Barça ya intentó el fichaje del alero serbio, toda una garantía como alero o ala-pívot.
El Barça, de momento, ya ha anunciado cuatro bajas y negocia con Calathes y Oriola para rescindir sus contratos. Tampoco está clara la continuidad de Kuric, que tuvo un bajón muy pronunciado en los últimos meses.
De momento, el nuevo Barça tiene buena pinta, pero debería mejorar su juego interior para competir con el Real Madrid y en Europa con plenas garantías. En el Palau, también esperan noticias de los despachos.