Pep Guardiola: "Si el Barcelona me llama, yo voy. Es mi club"

Pep Guardiola ha incenciado las redes sociales con un mensaje que no gustará mucho a su expupilo Xavi Hernández. El entrenador del Manchester City ha reconocido en una rueda de prensa que si el Barça le llamase, él acudiría a la llamada: "Si el Barcelona me llama, yo voy. Es mi club". 

Se trata de una declaración bastante gratuita, ya que estaba hablando sobre la situación de Mikel Arteta en el Arsenal. Tras explicar los motivos por los que entiende, y le parece bien, que Arteta esté entrenando al Arsenal, se ha puesto a él mismo como ejemplo, dando a entender que cuando tienes sentimiento de verdad por un club, si ese te necesita y puedes ayudar, lo acabas haciendo. 

"Yo sé que él ha ido a su club, del que es aficionado, el club que ama. Recuerdo que cuando él estaba aquí, siempre celebraba muy efusivamente todos los goles que marcábamos frente a todos los rivales. Todos excepto uno, el Arsenal. Yo me fijaba que si marcábamos al Arsenal, él reaccionaba diferente y yo pensaba 'este chico... a este chico le gusta el Arsenal'. Es como si yo, que estoy aquí entrenando, o si fuese asistente del entrenador, y un día el Barcelona me llama, yo iré al Barcelona, es mi club. Obviamente hay temas contractuales, pero la gente tiene que volar allí donde cree que va a ser feliz, no se puede quedar donde no esté a gusto", ha expuesto Pep. 

¿Señal a Laporta?

La duda es si esto puede interpretarse como una señal a Laporta. El actual presidente del Barça ya le ofreció volver al banquillo culé cuando estaba en plena campaña a la presidencia del club. Sin embargo, siempre que Laporta se le ha insinuado, Pep lo ha regateado. Sus renovaciones con el Manchester City también han sido una buena forma de poner tierra de por medio y frenar esas posibles insinuaciones. 

Por este motivo sorprende que ahora sea el propio Pep quien pone el tema sobre la mesa, con un mensaje que se puede interpretar como un ofrecimiento a Laporta y, al mismo tiempo, como un flaco favor a Xavi. Por suerte, es un momento en que el equipo azulgrana marcha bien, pero si el egarense estuviese un poco más discutido --y lo estaba hace un mes--, este tipo de declaraciones le supondrían un dolor de cabeza.