Panorámica del Camp Nou Culemanía
Fútbol y basket: los grandes atracos de Laporta a los socios del Barça
El club pone precios desorbitados a sus fieles para paliar la precaria situación económica en la que se encuentra
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El Barça sobrevive con una economía de guerra y su presidente, Joan Laporta, hace malabares cada verano para confeccionar una plantilla competitiva. Suerte tiene de la Masía. Y de Hansi Flick y Deco. La supuesta recuperación económica del club no cuadra con los recortes del presidente, sobre todo en las secciones, y con los altos precios que deben pagar los socios para ver a su equipo en el Camp Nou.
El regreso del Barça al Camp Nou fue aprovechado por Laporta para fijar unos precios muy elevados. La entrada más barata costaba 199 euros para los aficionados, y 159 para los socios. La Tribuna, para los aficionados, costaba 589.
El Alavés
El Barça ha rebajado los precios con vistas al próximo partido de Liga contra el Alavés. La entrada más barata costará 99 euros, una cantidad también desproporcionada por la entidad del rival.
Aficionados del Barça en el Camp Nou ante el Athletic Culemanía
"El objetivo es recaudar dinero", asume un directivo del Barça. A finales de la pasada temporada, el Barça recaudó 22 millones de euros en dos partidos: contra el Real Madrid, en la Liga, y contra el Inter de Milán, en la Champions.
Miles de turistas
Al Barça-Athletic acudieron 45.157 espectadores, de los 45.401 posibles. El club no facilitó la recaudación, pero podría superar los cinco millones de euros. En la grada, eso sí, había miles de turistas. Tantos o más que aficionados locales.
Xavi Pascual reacciona durante su reestreno en el banquillo del Barça de basket EFE
En el básket, los socios del Palau también tienen motivos para quejarse. No tanto por el precio de las entradas, como por los 40 euros que cobra el club por estacionar su vehículo en las instalaciones del Barça.
Las elecciones
Históricamente, los socios del Barça podían aparcar sus vehículos en la explanada del Camp Nou sin coste alguno. Hoy, sin embargo, Laporta necesita dinero, desesperadamente, y no le importa que sea a costa de los culés más fieles, convencido como está de que ganará las elecciones de 2026.
