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Vallecas, antes municipio y ahora barrio de Madrid, siempre ha sido de izquierdas. Es un territorio comanche para la derecha por su espíritu obrero y combativo. Y uno de sus símbolos sagrados es el Rayo, definido por el periodista Ignacio Pato como un "oasis de autenticidad" en el mundo del fútbol, cada vez más negocio y menos deporte popular.

La afición del Rayo también es solidaria con los más desfavorecidos y ha evitado más de un desahucio. En 2014, por ejemplo, ayudó a Carmen Martínez, una mujer octogenaria que fue expulsada de la casa en la que vivía desde hacía 50 años. También recaudó más de 40.000 euros en la lucha contra el coronavirus.

Los Bukaneros

El Rayo es el equivalente al Sankt Pauli, el club alternativo de Hamburgo que se proclama antifascita, antirracista y antihomófobo. Sin embargo, no tiene la misma visión comercial que el club alemán.

Martín Presas, con Santiago Abascal y Rocío Monasterio, en Vallecas Redes

En Vallecas, sobre todo en el único fondo del estadio, pueden verse banderas republicanas y anarquistas. Y de la antigua URSS. También banderas piratas, de los Bukaneros, uno de los grupos ultras de extrema izquierda más activos y combativos.

Abascal y Monasterio

Los Bukaneros estaban en guerra con la familia Ruiz-Mateos y, ahora, con Raúl Martín Presa, presidente y máximo accionista del Rayo. Es un empresario que defiende la construcción de un estadio nuevo, mucho más amplio que el actual, fuera de Vallecas. La afición, públicamente, ya se ha posicionado en contra.

Roman Zozulya, con el Albacete TRANSFERMARKT

Los rayistas cantan, partido tras partido, contra su presidente y su malestar fue mayúsculo el 26 de abril de 2021, cuando el fútbol se jugaba sin aficionados. Ese día, Martín Presa invitó a Santiago Abascal y Rocío Monasterio, de VOX, al palco del estadio de Vallecas, en un partido que enfrentó al Rayo con el Albacete, en Segunda División.

En el Albacete, curiosamente, jugaba Roman Zozulya, delantero ucraniano que había fichado por el Rayo. Tras concerse sus simpatías por el nacionalsocialismo, la afición del Rayo inició una campaña en redes que obligó a desactivar su contratación. También en redes, Martín Presa fue insultado y vilipendiado por acoger a Abascal y Monasterio en Vallecas.

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