El Barça B de Rafa Márquez se la vuelve a pegar (otra vez)

No termina de arrancar este Barça B. Si Rafa Márquez no fue capaz de ascender a Segunda División al filial azulgrana el curso pasado, esta temporada parece que volverá a tenerlo complicado. Con el empate cosechado en el Estadi Johan Cruyff ante el Fuenlabrada (2-2), son cuatro los puntos que ha sumado el equipo transcurridas las primeras cuatro jornadas en Primera Federación. Dos derrotas, una victoria y un empate para un balance tan triste como decepcionante.

El Barça B mereció la victoria

Cierto es que durante la tarde de este sábado las promesas culés merecieron más. La primera mitad acabó con resultado a favor de los blaugrana (2-1), y habría habido goleada de no ser por la falta de precisión del Barça a la hora de definir.

Aleix Garrido, celebrando el gol marcado contra el Fuenlabrada FCB

El Fuenlabrada apenas se acercó una vez al área local, provocó un penalti por mano de Mika Faye y aprovechó la pena máxima para reducir distancias, tras los goles de Aleix Garrido y Pau Víctor. En el segundo tiempo los de Márquez siguieron teniendo el control del partido y de las ocasiones, pero una jugada aislada del Fuenlabrada acabó con un tremendo golazo de Sotillos desde fuera del área.

Una diana que hizo mucho daño a los culés, que durante la última media hora de encuentro bajaron el nivel competitivo y no se levantaron del golpe. Ni siquiera los cambios introducidos por Rafa Márquez sirvieron para revitalizar al equipo.

Diego Percan, durante el partido contra el Fuenlabrada FCB

Toca salir del pozo con urgencia

Empate inmerecido para un Barça que debería haber obtenido la victoria contra el Fuenlabrada, y que deberá espabilar en las próximas jornadas para salir del pozo y escalar posiciones en la clasificación de la Primera Federación. De lo contrario, no lo tendrá nada fácil para cumplir su objetivo de ascenso.

Si en la jornada anterior se había logrado un gran triunfo frente al Real Unión (2-1) con gol incluido de Unai Hernández, esta vez el conjunto culé fue de más a menos y se desinfló progresivamente, provocando el enfado y la impotencia de Márquez en el banquillo. Hará falta mucho trabajo en los próximos días.