Los inversores del Espai Barça obligan a Laporta a recortar el presupuesto de las secciones

Joan Laporta ni se inmutó cuando Nikola Mirotic comentó que estaba dispuesto a rebajarse su salario para seguir en el Barça. Tampoco dudó tras la meritoria victoria del equipo de Saras Jasikevicius ante el Real Madrid en la final de la Liga ACB. Desde hace tiempo, el presidente barcelonista tomó la decisión de rescindir el contrato del jugador montenegrino. En sus negociaciones con Goldman Sachs para la financiación del Espai Barça, el gigante norteamericano le exigió que recortara drásticamente el presupuesto de las secciones.

Las secciones profesionales le han costado unos 370 millones de euros al Barça en los últimos 10 años. Menos el fútbol femenino, el resto son deficitarias. Y los peores resultados económicos los presenta la sección de baloncesto. Esta temporada arrancó con un presupuesto de 43,2 millones de euros y unos ingresos estimados en 15 millones. La mayoría, procedente de los derechos de televisión.

El mayor recorte

El Barça perdió 48 millones de euros con las secciones durante la pasada temporada y Laporta preparó la tijera con muchos meses de antelación. Su plan pasa por recortar el presupuesto de la sección de baloncesto hasta los 36 millones y la solución más fácil pasaba por rescindir el contrato de Mirotic.

Mirotic, como un tren, buscando anotar en una jugada del Barça contra el Real Madrid / FCB EFE

Mirotic, considerado el mejor jugador de Europa, cobra 11 millones de euros brutos por temporada. Es el mejor pagado del continente. Con contrato hasta junio de 2025, el Barça deberá indemnizarle.

Otras salidas

El club también contempla las salidas de Kuric, Sanli y Tobey. Y buscará un acuerdo con Higgins, actualmente lesionado, para rescindir también su contrato. Para compensar las marchas --Kalinic podría ser traspasado al Estrella Roja--, el Barça hará fichajes y dará más protagonismo a los jugadores de la cantera: Nnaji y Caicedo deberían ser los grandes beneficiados del cambio de rumbo.

El Barça también recortará el presupuesto de la sección de balonmano. De los 8,5 millones de esta temporada se pasará a los 7,5 millones tras la baja anunciada de Fàbregas, que hace un año se comprometió con el Veszprem.

Gonzalo Pérez de Vargas, capitán y símbolo del Barça de balonmano FCB

Cindric y Pérez de Vargas

Laporta también quiere finiquitar el contrato de Cindric, una de las estrellas del Barça, y ha rechazado la mejora salarial que pide Gonzalo Pérez de Vargas. El portero, con contrato hasta 2025, tiene una oferta del Kiel.

El presupuesto de la sección de balonmano pasará de los seis millones de este curso a los cinco millones del próxima ejercicio. Marcenio y Ortiz no seguirán en el club por culpa de los recortes.

El hockey sobre patines

Los recortes de las secciones también han sentado muy mal en el hockey sobre patines. Helder Nunes, un jugador clave en los éxitos del Barça, regresará al Oporto y en el Palau también temen que Pau Bargalló se vaya del club dentro de un año.

Pau Bargalló, con el Barça

La actual crisis económica del Barça también pasará factura al fútbol formativo. El club ha marcado unos nuevos límites salariales que le impedirán retener a muchos futbolistas. En el Johan Cruyff sabían desde hace meses que Víctor Barberá ficharía por el Brujas y que tampoco renovará Ilias.

Sin noticias del nuevo Palau

El gasto de las secciones y del fútbol base pasará en poco más de un año de 108 millones a unos 90 millones, después de que los inversores del Espai Barça exigieran un recorte drástico en todos los ámbitos del club.

El desencanto de las secciones se agrava por la ausencia de noticias sobre el nuevo Palau Blaugrana. El club todavía no tiene proyecto ni financiación para el futuro pabellón polideportivo. Laporta solo ha comentado que tendrá una capacidad mínima para 15.000 espectadores con el objetivo de poder acoger también eventos comerciales y conciertos de grandes figuras.

El presidente del Barça cifró la construcción del nuevo Palau y del Petit Palau en 420 millones de euros, pero el club busca un acuerdo con alguna multinacional, preferentemente estadounidense, para que asuma su coste a cambio de la explotación parcial del futuro pabellón. Para entonces, no antes de 2026, el Barça espera haber enderezado ya sus cuentas.