El distrito de Les Corts siempre sufre ruidos y problemas de tráfico cuando juega el Barça en el Camp Nou. También se disparan los robos y las acciones incívicas contra los coches que estacionan cerca del estadio. En los últimos meses se ha detectado un incremento de los hurtos en vehículos cerca de la parada de Ernest Lluch del tranvía. En el pasado, la zona universitaria y la Diagonal fueron escenarios de muchos pillajes a aficionados que aparcaban sus vehículos para presenciar los partidos del equipo azulgrana.
En los años 80, muchos hinchas y socios del Barça aparcaban sus coches en Arístides Maillol y en la Diagonal. Muchos vehículos estacionaban en batería, encima de las aceras. Entonces, los ladrones aprovechaban los partidos del equipo de fútbol para romper las ventanas y robar, sobre todo, radiocasetes.
La Diagonal y las universidades
Los robos evolucionaron y los distintos gobiernos municipales restringieron los aparcamientos cerca del Camp Nou. La Diagonal dejó de ser una avenida para estacionar los vehículos y muchos aficionados aparcaban sus coches al lado de las universidades.
Los cacos aprovechaban la escasa vigilancia de estos aparcamientos para proseguir sus robos. En los días de partido era habitual ver muchos cristales rotos.
En los últimos años, el Ayuntamiento de Barcelona todavía ha quitado más plazas de aparcamiento. Sobre todo, en la vía pública. Ya no se puede aparcar en Travessera de Les Corts ni en Arístides Maillol. Tampoco hay tantas plazas de estacionamiento al lado de las universidades y muchos aficionados dejan sus coches cerca de Pubilla Cases, en una zona limítrofe entre Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat y Esplugues.
Los catalizadores de los coches
Los robos se centran ahora en estas zonas. Los ladrones priorizan ahora los robos de los catalizadores de los coches, que contienen minerales preciosos que los hacen muy atractivos en el mercado negro.
Las asociaciones de vecinos de Les Corts y Sant Ramon alertan del “aumento de la inseguridad durante los días que juega el Barça”. Se quejan del incremento de robos, de actos incívicos, de tráfico de drogas y de problemas de movilidad.
En los últimos años, los Mossos han colocado cámaras de seguridad en las inmediaciones del Camp Nou, sobre todo para identificar las actitudes violentas de los aficionados del Barça. Sin embargo, la vigilancia en zonas algo alejadas del estadio es mínima.