Pep Guardiola manda un mensaje: el Manchester City está para grandes cosas en esta temporada. El equipo citizen se exhibió de forma magistral (3-0) en la ida de los cuartos de final contra un Bayern Múnich que había humillado al Barça en la fase de grupos de la competición. El encuentro esperaba ser igualado, teniendo en cuenta el nivel de los dos conjuntos; sin embargo, los dirigidos por el catalán aplastaron --goles de Rodri, Bernardo y Haaland-- sin ningún tipo de piedad a su rival. Una paliza que les permite tener un pie en la siguiente ronda.
Desde hace años que Guardiola sueña con volver a ganar la Champions League. A pesar de armar equipos ultra competitivos y de plasmar su sello como entrenador de élite en varias temporadas, la competición continental se le sigue siendo muy esquiva. Con la incorporación de Haaland y el nivel de sus futbolistas, el técnico espera dar de una buena vez un golpe en Europa. La oportunidad en esta temporada es inmejorable, aunque todavía queda camino por recorrer.
El City domina en defensa
Si bien el Manchester City se ha caracterizado por ser uno de los principales exponentes del fútbol ofensivo, en especial desde la llegada de Guardiola, la realidad es que en el partido de ida sacaron su fortaleza a partir del tremendo trabajo de toda la línea defensiva. El equipo citizen estuvo firme al momento de evitar el juego exterior de su rival, en especial con el notable rendimiento de Manuel Akanji y Nathan Aké.
Los goles fueron consecuencia de la solidez desde el fondo. El encargado de abrir la lata fue Rodri Hernández con un bestial zurdazo desde fuera del área que se coló en el ángulo. Ese tanto le dio muchas más alas al City, que estuvo coqueteando con el arco de Sommer en varias jugadas. La confirmación del triunfo fue con la anotación de Bernardo Silva, gracias al preciso pase de Erling Haaland.
Pero el hambre goleador del City no se detuvo con ese par de goles. La goleada la firmó Haaland, uno de los delanteros más letales del momento. Pudo ser una diferencia mucho más abultada, pero el guardameta del Bayern se encargó de evitar una derrota escandalosa. La vuelta, en casa de los bávaros, se jugará el próximo 19 de abril.
Dos verdugos del Barça se enfrentan
Tampoco hay que pasar por alto lo que sucedió en la otra llave de los cuartos de final. Benfica e Inter de Milán --dos verdugos del Barça en el último par de ediciones de Champions-- se vieron las caras en suelo portugués, en donde el elenco italiano fue capaz de sorprender con una gran victoria (0-2) con tantos de Nicolo Barella y Romelu Lukaku.