El brutal momentazo de Álex Roca que unió a Barça y Real Madrid
El atleta realizó el saque de honor del clásico y fue felicitado por jugadores de ambos equipos
6 abril, 2023 09:43De la hecatombe del FC Barcelona este miércoles en el Camp Nou, una de las pocas cosas positivas que pueden extraerse fue el momentazo de Alex Roca. El atleta catalán, que hace unos días se convirtió en el primer atleta del mundo con un 76% de discapacidad física en completar una maratón, fue el encargado de realizar el saque de honor durante los prolegómenos del clásico.
El deportista, que es embajador de la Fundación FC Barcelona, fue aplaudido por todo el Camp Nou y recibió las felicitaciones de jugadores como Sergio Busquets y Ronald Araujo, además de futbolistas del bando contrario como Karim Benzema. Alex Roca, por tanto, fue el gran invitado de honor momentos antes de que el balón echase a rodar sobre el césped.
La gran gesta de Álex Roca
El pasado 19 de marzo, en la Marató de Barcelona, fue capaz de recorrer los 42.195 metros de la maratón de Barcelona en cinco horas, 50 minutos y 51 segundos. Una gesta al alcance de nadie más que sufra, en el mundo, una discapacidad física y cerebral del 76%. Alex Roca acudió al acto de este miércoles en el Camp Nou con su mujer, Mari Carmen, con la que además ha cumplido seis años de relación.
Por este motivo, el catalán, un culé confeso, fue el encargado de patear el balón antes del inicio del choque ante un estadio entregado que no dejaba de aplaudirle. "El deporte es algo brutal, tiene unos valores increíbles. Estoy orgulloso de todo. Y, sobre todo, de vivir", expuso el corredor catalán ante los medios.
El Barça de fútbol sala, protagonista
Además de Alex Roca, también fue protagonista durante los prolegómenos del clásico el FC Barcelona de fútbol sala. El equipo entrenado por Jesús Velasco quiso ofrecer a la afición el título de campeón de la Copa del Rey, ganado en Antequera este pasado fin de semana.
El conjunto culé, que ganó el domingo la final copera ante el Cartagena, saltó al césped con el trofeo de campeón y fue homenajeado por los presentes en las gradas del Camp Nou. Nadie esperaba, en esos momentos, que lo que empezó como una fiesta acabaría siendo una noche de tortura en el santuario culé.