El Barça ganó ocho de 11 Ligas entre 2009 y 2018, pero en el pasado hubo más decepciones que alegrías, con años de sequía pronunciada. En 1985, el equipo azulgrana sumaba 11 años sin dominar España y el 24 de marzo tenía la gran oportunidad de Conquistar la Liga en el Nuevo Zorrilla. Tenía que ganar en Valladolid y el desenlace del partido fue trepidante. A tres minutos del final, Sánchez Arminio pitó como penalti un empujón de Julio Alberto a Víctor que podía retrasar el alirón culé. Fue la acción que encumbró a Urruti como uno de los grandes mitos del barcelonismo.
Schuster y Archibald
Atormentado por su pasado más reciente, con Ligas perdidas de forma cruel, el Barça tenía prisa por proclamarse campeón. Valladolid fue la culminación de una temporada muy meritoria que comenzó con una trompazó mayúsuclo contra el Metz, en Europa. En la Liga, en cambio, l equipo de Venables fue el gran dominador del campeonato desde la primera jornada, en la que se impuso al Real Madrid por 0-3 en el Bernabéu. La gran estrella azulgrana era Bernd Schuster y su gran referente ofensivo, Steve Archibald.
El Barça de Venables descataba por un fútbol directo y su presión a los rivales. El técnico inglés, curiosamente, descartó el fichaje de Hugo Sánchez, quien acabaría fichando por el Real Madrid y convirtiéndose en una pesadilla para el equipo azulgrana. El mejor partido del Barça, posiblemente, fue en Valencia. Ese día, se impuso por un contundente 2-5.
La marcha de Maradona
El verano anterior, Archibald sustituyó a Maradona, que salió del Barça a cajas destempladas. Aquel era un Barça con urgencias que todavía no había ganado la Liga con Josep Lluís Núñez en la presidencia.
A tres minutos del final, el Barça ganaba por 1-2 gracias a los goles de Clos (minuto 9) y Alexanko (64). Por el Valladolid había marcado Mágico González (m. 14). Y el delantero salvadoreño, un futbolista técnicamente superdotado, sería el encargado de lanzar el penalti. Mágico González lanzó la pelota hacia la derecha de Urruti, que la atrapó con cierta suficiencia. Y, a partir de entonces, empezó el delirio culé.
La frase de Puyal
Josep Maria Puyol, posiblemente el periodista radiofónico más popular, gritó el famoso “Urruti t’estimo” tras la intervención del portero, que alejó el balón e hizo un corte de mangas. Su intervención fue muy celebrada por los aficionados del Barça que acudieron a Valladolid y por miles de culés que seguían el partido por la radio. Entonces no se retransmitía en directo.
En Valladolid, Venables alineó, de entrada, a Urruti, Gerardo, Migueli, Alexanko, Julio Alberto, Schuster, Víctor, Rojo, Marcos Alons, Archibald y Clos.
Crisis un año después
El Barça, que no ganaba la Liga desde 1974, la de Johan Cruyff como futbolista, volvía a ser campeón de España. Núñez ya tenía su deseada Liga y Venables hizo historia como entrenador. Un año después, el Barça llegó hasta la final de la Copa de Europa, pero perdió contra el Steaua de Bucarest. Su nulo acierto en la tanda de penaltis abrió una crisis que tardó dos años en cicatrizar porque, por entonces, el Barça también era un club muy convulsionado. Como el actual, porque hay cosas que nunca cambian en el Camp Nou.