Leo Messi y su familia están entre la espada y la pared. El crack rosarino termina contrato con el Paris Saint-Germain el 30 de junio de este 2023, y lo más probable es que acabe haciendo las maletas debido a las tensiones internas que se viven en el vestuario del Parque de Los Príncipes. La guerra de egos entre Neymar, Mbappé y la propia Pulga, además de la decepción por los irregulares resultados de este curso, provocan que su marcha sea más que posible.
En el horizonte existen varias posibilidades. Y, hasta hace unos pocos días, una de las más probables era la opción de regresar a Rosario --su ciudad de origen-- para jugar en Newell's Old Boys, una espinita que tiene clavada desde niño. A día de hoy sigue siendo una posibilidad encima de la mesa, pero los últimos acontecimientos han metido el miedo en el cuerpo a Messi y a su pareja, Antonella Roccuzzo.
Las terribles amenazas a Leo Messi
Los 14 balazos que recibió el negocio gestionado por el suegro del astro argentino, que también recibió un fuerte mensaje a modo de advertencia, son el motivo. También la amenaza que dejaron escrita los vándalos: "Messi, te estamos esperando...".
Las respectivas autoridades están tratando de dar con la razón de ese inesperado suceso, aunque ya han surgido varias hipótesis que pueden dar respuesta a esa incógnita. Una de ellas tiene que ver con los hinchas radicales de Rosario Central, que al enterarse del posible fichaje de Messi por Newell's podrían haber intentado asustar a la familia para que no se dé el pase.
Messi y el Barça, ¿opción factible?
Es una posibilidad remota, pero existe. Y sea cual sea el motivo real, lo cierto es que el suceso puede servir para ahuyentar la opción de volver a Rosario a corto plazo. Si Messi se va de París y no regresa a Argentina, ya tan sólo quedarían dos elcciones posibles. La primera --y más probable-- sería fichar por el Inter de Miami que gestiona desde hace unos años David Beckham. Messi, además, no iría solo. Le acompañarían Sergio Busquets y su mujer Elena Galera --muy amiga de Antonella-- y, al año siguiente, puede que Jordi Alba y Romarey Ventura.
La alternativa, que todavía no puede descartarse, es que Leo Messi acabe haciendo las paces con Joan Laporta y vuelva al FC Barcelona. Aunque sea para disputar una temporada, con un sueldo ostensiblemente inferior al que cobra en el PSG, y despedirse del Camp Nou como merece el mejor futbolista de la historia del club. Y también del mundo del fútbol, en líneas generales.
Una despedida como se merece
Las amenazas en Rosario y las tensiones en París, en este sentido, contrastan con el buen clima que se respira actualmente en el FC Barcelona entre equipo y afición. Otra cosa es a nivel institucional y económico, y cierto es que donde más tranquilo estaría Messi es en Miami. Pero esto de las espinitas clavadas puede con cualquiera. Y su turbulenta salida del Barça fue una puñalada en el corazón. Si tiene la posibilidad de desquitarse... ¿por qué no iba a hacerlo?