El mejor Griezmann ha vuelto. También su conexión con la afición del Atlético. En el Metropolitano el delantero francés es feliz, pero su regreso al club rojiblanco no fue muy fácil. En declaraciones a Movistar, Griezmann asegura que entendió y aceptó los recelos que tuvo la afición robiblanca hace un año.
En la previa del derbi entre el Real Madrid y el Atlético, Griezmann asumió los pitos que recibió la pasada temporada de un sector de la afición. “Le había hecho mucho daño a la hinchada. Me dieron todo y al final me fui porque eso es lo que yo quería, lo que necesitaba. Yo como hincha también me habría enfadado mucho. Es lo que me merecía", manifestó Griezmann.
El cariño de la afición
El delantero internacional añadió: "Me hice muy pequeño y trabajé para intentar cambiar eso. Los que me conocen saben que necesito esta relación con la afición, necesito su cariño, su apoyo para rendir al máximo nivel".
Las primeras jornadas de la temporada actual también fueron duras. Suplente por decreto, su situación no mejoró hasta el día que el Atlético cerró su fichaje tras abonar 20 millones de euros al Barça, 20 millones menos de los pactados un año antes.
Buena sintonía con Simeone
Resuelto el problema, Griezmann recuperó la titularidad y su buena sintonía con Simeone, el entrenador que más rendimiento le ha sacado. Esta temporada, el futbolista ya ha participado en 33 partidos con el Atlético en los que ha marcado ocho goles y ha dado 10 asistencias.
Griezmann nunca terminó de explotar en el Barça en sus dos temporadas en el Camp Nou. Estuvo a la sombra de Leo Messi y siempre estuvo condicionado por los 120 millones que pagó el club azulgrana por su traspaso.