La Grada d'Animació no tiene sitio en Montjuïc

El FC Barcelona ya trabaja en el traslado del primer equipo de fútbol a Montjuïc. El cambio de campo comportará unas pérdidas de 93 millones de euros, según ha admitido el presidente, Joan Laporta, y muchas incomodidades. Tampoco será fácil acomodar a los abonados ni a los integrantes de la Grada d'Animació.

"Sabemos que habrá Grada d'Animació en Montjuïc, pero no sabemos nada más", explica Albert Yarza, portavoz de Almogàvers a Culemanía. "No sabemos dónde nos ubicarán", añade otra fuente. 

El Gol Norte

La actual Grada d'Animació está ubicada en la zona más baja del Gol Norte en el Camp Nou. En Montjuïc, posiblemente, también se habilitará un espacio en uno de los fondos. El problema es que la distancia entre la grada y el campo, separados por una pista de atletismo, es muy grande.

Panorámica del Estadi Olímpic Lluís Companys, en Montjuïc / CULEMANÍA

Panorámica del Estadi Olímpic Lluís Companys, en Montjuïc / CULEMANÍA

La Grada d'Animació vive días de gloria. Fundada en 2016, durante la presidencia de Josep Maria Bartomeu, cuenta actualmente con unos 1.100 abonados después de que la actual junta directiva diera de alta a 400 nuevos socios, el pasado diciembre.

Los cuatro grupos

Cuatro peñas forman parte de la Grada d'Animació: Almogàvers, Nostra Ensenya, Front 532 y Supporters Barça. Cada grupo tiene plena autonomía y unos postulados políticos distintos. También difieren en su forma de entender y animar al Barça.

Banderas de los cinco grupos de la Grada d'Animació / Facebook

Banderas de los cinco grupos de la Grada d'Animació / Facebook

La peña más numerosa, y antigua, es Almogàvers. Fundada en 1989, cuenta con 400 abonados. Supporters Barça y Nostra Ensenya tienen unos 300 socios, mientras que Front 532 solo cuentan con un centenar de simpatizantes.

El precedente del Espanyol

El Olímpic Lluís Companys ya fue la casa del RCD Espanyol entre 1997 y 2009. Entonces, los aficionados más radicales del equipo blanquiazul estaban ubicados en un córner del estadio, pero nunca pudieron recrear el ambiente del desaparecido Sarrià.