Messi se arrepiente de su día más caliente en Qatar

Leo Messi está orgulloso del Mundial que ganó en Qatar. Era la asignatura que le quedaba pendiente para cerrar una carrera deportiva magnífica. Única. En declaraciones a TyC Sports, el astro argentino se sincera de sus experiencias en la Copa del Mundo y reconoce que no está satisfecho de su pique con Weghorts, de Países Bajos.

"No me gusta el andá para allá y todo eso", confiesa Messi, que también llamo "bobo" al futbolista neerlandés. "No lo pensé, salió en el momento. Sí que sabía todo lo que habían comentado antes del partido, lo que dijo Van Gaal", añade el delantero del PSG.

Máxima felicidad

Messi explica que sus compañeros le picaron con las declaraciones de Van Gaal y algunos futbolistas de Países Bajos: "No me gusta lo que hice, pero son momentos de mucha tensión, de mucho nerviosismo y pasa todo muy rápido. Uno reacciona como reacciona, pero no estaba nada pensado. Se fue dando. No me gusta dejar esa imagen pero son cosas que pasan también".

Durante la entrevista, Messi también recordó el momento que besó el trofeo. Fue, posiblemente, el momento de máxima felicidad para él: "La vi ahí y no podía no hacer lo que hice. La Copa me llamaba. Me decía Ya está, vení y agarrame que ahora sí la podés tocar. La veía ahí que brillaba, que sobresaltaba en ese estadio hermoso y no lo pensé, la fui a besar porque pasé por al lado. Lo necesitaba".

Compañeros y familia

Messi vivió el Mundial con mucha intensidad. Con sus compañeros y, también, con su familia. "Fue un mes increíble para mí y mi familia. Thiago estaba enloquecido. Ver cómo disfrutaba, cómo lo sentía, cómo sufría... porque después del partido con Holanda lloraba. O Mateo haciendo cuentas después del partido que perdimos contra Arabia. Ciro es el que menos entiende, pero los otros dos lo vivieron como hinchas. Sufriendo, viviéndolo al máximo, disfrutándolo. Incluso cuando volvimos a París extrañábamos los días en Qatar. La pasamos muy bien"; relata.

El Mundial acabó de la mejor manera posible, con Argentina campeona y Messi como gran estrella del único gran título que se le resistía.