Ha muerto Quimet Basora (Colonia Valls, 8 de marzo de 1933-Manresa, 19 de diciembre de 2022), hermano del gran Estanislao, con quien coincidió en alguna ocasión en el césped con la camiseta del Barça, aunque sus trayectorias deportivas fueron muy distintas. Estanis fue pieza capital de un Barcelona glorioso, el de la delantera de las Cinco Copas a la que le cantaba Serrat, mientras Joaquim se buscó la vida en otros lugares hasta asentarse en el Manresa, club del que salió y donde terminó triunfando.
La vida de los Basora estuvo marcada por la temprana muerte de sus padres. La madre, Neus Brunet, murió en 1945, cuando Estanislao ni siquiera había cumplido los 20 años y Joaquim entraba en la adolescencia, con apenas 13 primaveras. Cuatro años después, fue el padre, Josep Basora, el que dejó este mundo de forma precipitada, asesinado por un trabajador, Cándido Sidón –vinculado a la CNT–, en la fábrica textil Vidua Tolrà, en Castellar del Vallès, donde ejercía de director general. Según cuenta la historia, este empleado entró escopeta en mano en el edificio y abrió fuego contra el gerente, Pepín Valls; el mencionado Basora y el apoderado, Josep Cuscó. Los remató camino del hospital. El fatal atentado se produjo a tres días del debut de Estanislao con la selección española –un estreno que tuvo que posponer por razones obvias–.
Un destino marcado
La tragedia alteró las vidas de los Basora, pero no su destino. La familia se había criado en la Colonia Valls y allí empezaron a familiarizarse con el balón Estanislao (Colonia Valls, 18 de noviembre de 1926-Las Palmas, 16 de marzo de 2012) y Quimet. Tenían dos hermanos mayores, Vicenta y Josep, quien se hizo cargo de los muchachos a la muerte de los padres. Sin embargo, tras el fallecimiento de su progenitor, Estanis se instaló en Barcelona para centrarse en el fútbol, ese deporte que se le daba tan bien y con el que pudo ganarse la vida. De hecho, cuando el Barça llamó a su puerta, su padre –que ya había rechazado una oferta del Espanyol– le dio tres años para triunfar o, de lo contrario, debería trabajar en la fábrica, como venía haciendo tras los entrenamientos por imposición paternal. Josep quiso que su hijo se labrase un futuro por si el balompié fallaba.
La pasión de Estanis comenzó en el equipo de la Colonia Valls, siguió en el Súria (1940-43), donde jugaba su hermano Josep y adonde llegó por casualidad –un día les faltaba un jugador–, y continuó en el Manresa (1943-46) con una partida de nacimiento falsificada por el mosén de la Colonia, porque con su edad no podía integrarse en las filas del conjunto del Bages. De ahí dio el salto al Barcelona –que lo fichó a cambio de un partido de fiesta mayor en Manresa–, camiseta que defendió de forma ininterrumpida hasta 1958 con la excepción del año que se marchó cedido al Lleida (1955-56). Aun así, sus inicios como azulgrana no fueron sencillos; la primera temporada, con Samitier en el banquillo, la pasó con dudas, pero se destapó en las dos siguientes, con Enrique Fernández a los mandos. Sus buenas actuaciones le llevaron a la selección, con la que el Monstruo de Colombes –apodo que se ganó por su hat-trick en 15 minutos a Francia en el Torneo de Colombes– jugó 22 partidos y marcó 13 goles. Con el Barça anotó 179 dianas y levantó 14 títulos, pero el club nunca le rindió un homenaje al uso tras su adiós, un detalle que le dolió.
La grave lesión de Basora II
Una vez retirado, presidió la Agrupación de Veteranos, pero se alejó del fútbol para adentrarse en otros campos. Trabajó para una firma de ropa tras estudiar inglés en Londres y economía del sector textil y, en 1968, un año después de divorciarse de Anna Maria Orfila –la madre de sus hijas, Mireia y Caterina–, se instaló en Madrid. Entonces era el responsable de ventas de los tejidos de Industries Salinas Sabat. Y fue en la capital donde, una década después de su llegada, contrajo matrimonio con Margarita Wood, con quien no tuvo hijos. Terminó sus días en Las Palmas, lugar de residencia de su familia política y donde falleció a causa de un infarto en 2012.
Una década después, quien ha fallecido es su hermano Quimet. También conoció el fútbol en la Colonia Valls y mejoró su técnica en el Manresa (1950-53); el España Industrial (1954-56), entonces filial del Barça; el Condal (1956-57), y el Sporting (1957-58) antes de regresar al Manresa (1959-68). Eso sí, podía presumir de haber jugado hasta 13 encuentros con el primer equipo del Barcelona o con varios de sus integrantes y haber logrado cinco goles. Entre esos partidos se cuentan los que disputó en la Pequeña Copa del Mundo en Caracas en 1953, una gira de final de temporada en la que coincidió con Estanis. Pero una grave lesión de rodilla le llevó a replantearse su carrera y se marchó un año a Gijón, donde conoció a su mujer, Ana María Rodríguez, con quien tuvo cinco hijos: Estanislao, Begonya, Annamari, Vanessa y Georgina. Eso sí, antes de colgar las botas Basora II preparó su futuro alejado del fútbol y comenzó a abrirse mercado como vendedor con una licencia de Campsa, en lo que fue el embrión de Basora SA, distribuidora de productos para la automoción. Con él, termina la saga azulgrana de los Basora, pero su apellido estará siempre vinculado al FC Barcelona.