Antoine Griezmann no sólo ha cuajado un gran Mundial, sino que ha sido uno de los mejores jugadores del torneo. En las horas previas a la final de este domingo contra Argentina, seguro que le habrán venido a la mente todos los esfuerzos que tuvo que realizar en los últimos meses para recuperar su mejor nivel, o al menos para acercarse a él de manera progresiva.
"Me siento bien de piernas, de mente… El trabajo que hice en vacaciones y después con el Atleti me hizo bien, era lo que necesitaba”, se sinceró el francés hace unos días, después de que Francia doblegase a Marruecos (2-0) y sellase el pase a la final. Antoine ya conquistó la Copa del Mundo en Rusia 2018, pero no se conforma y, a sus 31 años, sabía que posiblemente no tendría otra oportunidad de volver a ganarla como la de este domingo.
Por ello, cuando terminó la temporada pasada con el Atlético de Madrid en junio, ya empezó a mentalizarse de cara al Mundial de Qatar. Se preparó un plan que fue siguiendo a rajatabla, con el objetivo de recuperar su mejor forma física --y también la confianza-- durante todas sus vacaciones en Ibiza.
El trabajo en solitario de Antoine Griezmann
Cada mañana se levantaba a las siete para irse a entrenar en solitario a las instalaciones de la UD Ibiza. Tanto en el gimnasio, como en un campo anexo. Allí hacía trabajo de musculación, con bastante carga porque durante el año es más difícil llevarlo a cabo, y también ejercicios con balón. Tenía que hacerlo antes de que llegaran los chavales del campus, que se organizó en las mismas instalaciones.
Se trata de algo que no tuvo demasiado eco en los medios de comunicación, aunque ahora se demuestra que fue importante para recuperar una de las mejores versiones de Griezmann. El atacante francés entrenaba en solitario en Ibiza y, después, se rodeaba de su gente de máxima confianza, con quienes compartía sus días libres. Su familia y amigos, un grupo hermético que le ha protegido siempre.
De jugador intermitente a titular indiscutible
Al volver de Ibiza, Griezmann ya entró en dinámica de club y completó la pretemporada en el Atlético, a las órdenes de Simeone y el Profe Ortega. Al principio, cabe recordar que tampoco pudo jugar mucho por culpa de una cuestión extradeportiva --más bien financiera-- entre el club rojiblanco y el FC Barcelona.
Luego se acabó arreglando, y pasó a convertirse en titular indiscutible hasta el día de hoy. En Francia, bajo el mando de Didier Deschamps, también lo es. Y lo ha justificado en cada uno de los partidos de este Mundial de Qatar 2022.