Leo Messi vuelve a estar en el foco. La mejor versión del astro argentino ha vuelto y no es casualidad. Campeón de todo con el Barça, único futbolista que ha ganado el Balón de Oro en siete ocasiones, a Messi le falta un Mundial. Por la eternas comparaciones y, sobre todo, por orgullo propio. Por eso, el delantero se preparó a conciencia para la gran cita de Qatar. Posiblemente, la última de su carrera profesional.
El Messi de Qatar recuerda al mejor Messi del Barça. Los números no engañan. Ya ha disputado seis partidos con Argentina en los que ha marcado cinco goles y ha dado tres asistencias. Él es el líder de una selección muy competitiva, con mucho carácter y dosis de calidad.
La derrota de Anfield
El declive de Messi, probablemente, empezó hace cuatro años. En 2018. Entonces, el Barça ganó la Liga y la Copa del Rey. Un año después también conquistó la Liga, pero perdió la final de la Copa del Rey contra el Valencia y volvió a estrellarse en Europa. La derrota de Anfield (2019) fue muy dura. Un año después, fue mucho peor. El Bayern destrozó al Barça por 2-8.
La impotencia de Messi retrataba la decadencia del Barça. En la temporada 2020-21, con Koeman, Messi tuvo momentos de gran lucidez pero su rendimiento era más intermitente. Peor le fueron las cosas hace un año en el PSG.
El mejor repertorio
Messi, sin embargo, es como el Ave Fénix. Y volvió con su mejor repertorio. Esta temporada, sus números en el PSG ya son muy buenos. Entre la Ligue1 y la Champions ya ha marcado 11 goles y es el mejor socio de Mbappé.
El astro argentino lleva mucho tiempo preparándose para el Mundial. Está delgado y fibrado. En buena forma. Sabe que es su última oportunidad y que la gloria pasaba por superar siete pruebas. Argentina falló ante Arabia Saudí pero supo rectificar y Messi está ahora muy cerca de la gloria. Ante Croacia estuvo pletórico y regateó a Gvuardiol, el defensa que parecía insuperable. Messi pudo con él y Argentina ya sueña con su tercer Mundial.