Esta noche sí, celebración completa de la selección argentina. El combinado liderado por un Leo Messi estelar ha atropellado a la Croacia de Luka Modric. En la discoteca Out Off de Barcelona, ubicada cerca del Camp Nou, las semifinales del Mundial se han vivido como una fiesta más. Y definitivamente, Leo se ha quitado la espina con la afición argentina, que ya lo considera "el mejor de la historia".
Tras el triunfo con suspense de la albiceleste ante Países Bajos, los chicos dirigidos por Lionel Scaloni han dado una exhibición frente a Croacia. Precisamente, el equipo balcánico evitó el cruce entre Brasil y Argentina en semifinales después de eliminar a la Canarinha en los penaltis. En esta ocasión, el local ha rozado el aforo completo de zamarras blanquiazules.
Debate zanjado
Desde Culemanía hemos preguntado a varios aficionados presentes en el templo argentino. Y, al parecer, el eterno debate se ha zanjado. Al fin, los aficionados argentinos elevan a Messi a la altura de Diego Armando Maradona. La pulga suma ya 5 goles y 3 asistencias en 6 partidos del Mundial de Qatar. La hegemonía de Leo en la Copa del Mundo está fuera de toda duda. Y más, con su asistencia estratosférica a Julián Álvarez en el tercer gol del encuentro contra Croacia. Después de bailar a Joško Gvardiol, una de las revelaciones del torneo, Messi ha encontrado el pasillo en el área para zafarse de su par
"Messi, el mejor de toda la historia. Hoy demostró que esta final se la gana él, con su sacrificio y su amor a su patria", ha proclamado un hincha eufórico tras el partido. Otra aficionada ha declarado que "Messi y Maradona son los mejores a la par".
Abrelatas engañoso
Ocho años han transcurrido, con la decepción de Rusia 2018 de por medio. Delante, Messi y compañía tenían a un combinado que les traía malos recuerdos: Croacia. En 2018, el conjunto balcánico le endosó un duro correctivo a Argentina. La igualdad inicial y el miedo a dar pasos en falso denotaban la presión para la selección sudamericana.
Sin embargo, mediante la primera llegada Argentina ha sacado petróleo. El árbitro ha considerado penalti una vaselina de Julián Álvarez convertida en autopase. El colegiado ha decretado la pena máxima tras estimar que Dominik Livaković ha obstaculizado y derribado al delantero del Manchester City. No ha defraudado Messi, el encargado de lanzar las jugadas a balón parado. El 1 a 0 ha desatado una alegría, lógica, entre la parroquia argentina. Pero sobre todo, un alivio con un gol abrelatas y engañoso. Sin merecerlo, Croacia había recibido un primer golpe demoledor para sus aspiraciones.
De partido a concierto
En vista del segundo gol de Argentina apenas cinco minutos después, en el 39, los aficionados congregados en la discoteca se han dejado llevar con los cánticos durante la segunda parte. La atención ya no se centraba en el partido, sino en los cantos dedicados a la selección argentina y a Messi: "Muchachos, ahora nos volvimo' a ilusionar, quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial, y el Diego, en el cielo lo podemos ver, con Don Diego y con la Tota, alentándolo a Lionel". Solo faltaba el tercer gol, obra de Julián Álvarez, para que los fanáticos argentinos abandonaran sus asientos definitivamente y siguieran el jolgorio de pie.
Por supuesto, el concierto también ha dedicado temas al eterno rival de Argentina, la selección brasileña: "Brasil, decime qué se siente tener en casa a tu papá. Te juro que aunque pasen los años, nunca nos vamos a olvidar... Que el Diego te gambeteó, que Cani te vacunó, que estás llorando desde Italia hasta hoy".