Sorpresón en el Mundial. Marruecos ya está en las semifinales. Nunca una selección africana había llegado tan lejos. Tras eliminar a España gracias a su mayor acierto en la tanda de penaltis en octavos de final, el grupo marroquí tumbó a la Portugal de Cristiano Ronaldo en los cuartos de final. En Qatar, y con el respaldo de su afición, Marruecos ha hecho historia. Y ahora se enfrentará al vencedor del Francia-Inglaterra.
Marruecos encaró el partido contra Portugal con la máxima motivación, convencida de hacer historia y clasificarse para las semifinales del Mundial. En Qatar, una vez más, contó con el apoyo mayoritario de su afición, totalmente entregada desde el primer minuto.
El gol de En Nesyri
A tres minutos del descanso, el sueño de Marruecos estaba más cerca de hacerse realidad. Una mala salida de Diego Costa fue perfectamente aprovechada por En Nesyri para adelantar al equipo africano en el marcador. Por arriba, En Sesyri es la mejor garantía del combinado marroquí.
Marruecos, el único representante africano en los cuartos de final, tenía la posibilidad de convertirse en la primera selección continental que alcanzaba una semifinal en un Campeonato del Mundo. Portugal reaccionó a la desesperada y Bruno Fernandes estrelló un centro chut en el travesaño en la siguiente acción de un partido que subió de tono.
Portugal aprieta
La segunda parte comenzó con Portugal volcada sobre el área de Bono. A los seis minutos, Costa Santos dio entrada a Cristiano Ronaldo y Cancelo por Rubén Neves y Guerreiro para agitar un partido que se le estaba complicando al combinado luso.
Portugal perseveró sin descanso. Con más ímpetu que ideas, la selección de Costa Santos acorraló a Marruecos, que llegó a cuartos de final con un solo gol en contra. En una contra, sin embargo, Cheddira pudo sentenciar el partido para Marruecos.
A la desesperada, Portugal lo intentó de todas las maneras y Cristiano Ronaldo pudo ser el salvador luso, pero su potente remate lo despejó Bono. Poco después llegó la expulsó de Cheddira, añadiendo más dramatismo a la resistencia marroquí. Una contra que no supo culminar Aboukhlal obligó a un esfuerzo extra para los marroquíes, semifinalistas por primera vez en su historia.