Este Mundial está demostrando que cada mínimo detalle es vital. Además de ganar, empatar o perder, la diferencia de goles está siendo algo crucial para las selecciones. Ghana, Uruguay, Corea del Sur y Portugal han vivido una de las jornadas más épicas de la historia de los mundiales.
La Uruguay de Cavani, Luis Suárez y Ronald Araujo, que no ha tenido minutos, ha quedado eliminada de la copa del mundo por un gol. El partido ha empezado con un susto inicial tras un penalti en contra. Rochet, el portero charrúa, detuvo la pena máxima.
A partir de ahí la selección uruguaya se vino arriba. Los sudamericanos necesitaban ganar sí o sí el encuentro y además con los máximos goles posibles. En un visto y no visto Uruguay ya iba ganando 0-2, ante una Ghana que también se ha estado jugando la vida durante mucho tiempo.
Final histórico
Partido plácido y tranquilo para los uruguayos hasta los minutos finales donde ha cambiado absolutamente todo. La locura vivida zanja por completo la polémica sobre el caso Araujo, que ya no disputará ni un partido con su selección.
La eliminación de Uruguay se ha culminado por lo sucedido en el otro partido del grupo. Corea del Sur remontó su partido en el descuento. Los asiáticos marcaron el segundo gol contra Portugal en el 91. El 2-1 del otro encuentro del grupo condena a la selección de Diego Alonso, que tras ir todo el partido tranquilo se han quedado fuera.
Corea del Sur pasa a octavos tras empatar a puntos y a diferencia de goles con Uruguay. Con 4 puntos cada uno y una diferencia de goles igual (0), la FIFA determina que en caso de empate se clasifica el que más goles a favor lleve, que en esta caso ha sido el combinado asiático con cuatro. Los de Alonso solo han anotado dos goles en este campeonato.
Araujo podrá regresar a Barcelona
La prematura eliminación de Uruguay alivia a un Barça que tenía mucho miedo a que los charrúas forzasen a Araujo. Finalmente el central culé se despide del Mundial sin haber jugado un minuto. Ahora ya podrá regresar a Barcelona para seguir con su recuperación. El combinado charrúa paga cara la apuesta del seleccionador por llevar jugadores lesionados y viejas glorias.