A falta de pocos días de empezar el Mundial de Qatar, Luis Enrique anunció un bombazo. El seleccionador español se hacía streamer, con el objetivo de contar de forma natural y directa el día a día de la Roja en Doha y, de paso, acercar aún más el equipo a los aficionados. El primer stream de Luis Enrique en Twitch, de hecho, fue un auténtico éxito. En su minuto de oro, 152.230 espectadores estaban pendiente a sus explicaciones. En total, el vídeo obtuvo 1,1 millón de visitas en 24 horas y su canal sumó 342.482 seguidores. Un éxito absoluto para haber pasado poco más de una hora frente a la cámara.
Una bajada de audiencia lógica
Tan sólo bastó un vídeo anunciado su llegada a Twitch para que se generara una expectación brutal. Algunos lo criticaron, otros lo alabaron, pero todos acudieron en masa a la emisión en directo para saber cómo iba a enfocar Lucho sus streamings. Con el paso de los días, las emisiones del entrenador han ido perdiendo fuerza y audiencia.
Este pasado martes tuvo alrededor de 40.000 espectadores, mucho menos que en sus primeras veces. Aquellos que buscaban polémicas, se han ido dando cuenta de que Luis Enrique utiliza sus emisiones para llegar de forma simpática a la afición, explicando anécdotas de manera distendida. Así está consiguiendo crear un público fiel, más allá de que sus números de audiencia no sean tan brutales como hace unas semanas.
Sea como sea, la realidad es que Luis Padrique, que es como le apodan sus fieles seguidores, se ha convertido en el streamer que más ha crecido durante el mes de noviembre, con 740.401 seguidores aproximadamente y 5317 suscriptores en Twitch. No son datos muy relevantes si los comparamos con los números de otros grandes del sector, pero sí se trata de cifras realmente buenas teniendo en cuenta que hablamos de una persona que había permanecido ajena a este tipo de plataformas.
El dinero, para causas benéficas
El factor novedad y curiosidad fue muy importante en sus primeras emisiones, y desde entonces Padrique ha sabido abrazar memes, generar temas de debate y reírse de su legado, haciendo referencias a Amunike o bien a asuntos de actualidad que no tienen por qué ver exclusivamente con la Roja.
Ya dejó claro, además, que todo el dinero que generen sus streamings irá orientado a causas benéficas. A pesar de que la audiencia esté bajando, por ahora sus visualizaciones de media se mantienen en unos 70.000 espectadores por stream, que no está nada mal para ir generando expectación y respaldar fines solidarios. En función de lo que haga España en los próximos partidos, la audiencia podría volver a subir de forma exponencial.