Será un momento difícil de digerir, pero llegará. Leo Messi colgará las botas más pronto que tarde, poniendo fin a una carrera futbolística que le catapulta no sólo como uno de los mejores futbolistas de la historia, sino también del deporte en líneas generales. A sus 35 años, el rosarino termina vinculación con el Paris Saint-Germain el 30 de junio de 2023, y a día de hoy reina la incertidumbre sobre lo que sucederá después.
Última bala en la recámara para Messi
Puede que Messi no conquiste este Mundial de Qatar 2022, pero eso no querrá decir que siga jugando cuatro años más para estar en el de México, Canadá y Estados Unidos en 2026. Simplemente, a falta de más motivaciones, deberá escoger entre varias alternativas: colgar las botas en verano de 2023, renovar otra temporada con el PSG, regresar al FC Barcelona o bien marcharse a una liga menor, como podría ser la Major League Soccer (MLS) de EEUU.
Elija lo que elija, disfrutará de un retiro dorado. A lo largo de su carrera, La Pulga ha acumulado una suculenta cantidad de dinero sumando salarios y contratos publicitarios. De acuerdo con la revista Forbes, en el último año ya fue capaz de generar 75 millones de dólares, más que cualquier otro deportista. El 10 está cobrando alrededor de 35 millones de dólares anuales en París, y se embolsó una prima de más de 20 millones cuando cerró su fichaje.
¿Futbolista o ciudadano en Barcelona?
Regrese o no al FC Barcelona cuando termine contrato con el PSG, lo que está claro es que su futuro pasará inevitablemente por la capital catalana. La familia Messi posee varias propiedades en la ciudad condal, entre ellas una mansión de más de siete millones de euros ubicada en Castelldefels, su residencia habitual hasta hace poco más de año y medio.
Tanto él como sus hijos han crecido en Barcelona, por lo que si cuelga definitivamente las botas lo más probable es que no se marche a vivir a Rosario ni a ningún lugar exótico, sino que vuelva a tierras catalanas para vivir con normalidad. Y al Barça también aspira a volver algún día, sea o no vestido de corto. Si no es como futbolista, podría hacerlo como embajador o ejerciendo algún otro cargo como trabajador del club. Leo, eso sí, ya ha dejado claro en más de una ocasión que no se ve siendo entrenador en un futuro, ni estando en el día a día de los vestuarios.
En Argentina la periodista Verónica Brunati dio por hecho que Messi jugará en el Barça a partir del 1 de julio de 2023, pero esa premisa no está asegurada. Ni mucho menos. Será complicado, de hecho, que el argentino regrese al Camp Nou con Laporta como presidente. Se vio obligado a salir del club de sus amores por la puerta de atrás, y a día de hoy las relaciones entre el entorno laportista y el de la familia rosarina no son nada buenas.
Una nueva aventura en Estados Unidos
Si abandona finalmente París en 2023, lo más probable es que cuelgue las botas o que, de lo contrario, fiche por el Inter de Miami. No en vano Messi compró en 2021 un resort de lujo en Saint Isles Beach (Florida), pensando seguramente en un periplo en la MLS junto a dos amigos que también tienen papeletas de recalar en el club de David Beckham: Sergio Busquets y su inseparable Luis Suárez. Varias fuentes afirman incluso que Messi podría comprar un 35% del accionariado del Inter de Miami, compartiendo así la propiedad con el exfutbolista inglés.
Don Garber, comisionado de la MLS, ya confirmó hace unos días la posibilidad --cada vez más real-- de traer a Messi a la competición norteamericana. "Ha habido interés. Creemos mucho en la formalidad de las reglas, así que ahora está bajo contrato y luego él decidirá qué hacer", aclaró el comisionado, dejando entrever una sorpresa de cara al próximo verano. "No me sorprendería si escuchamos más rumores sobre Messi...", añadió.
Puede que al 10 se le esté acabando el fuelle para competir por los títulos más prestigiosos del mundo, pero eso no quiere decir que no le quede algo de cuerda para seguir disfrutando sobre el césped. Mientras él lo haga, lo harán todos los amantes del fútbol.